domingo, 6 de febrero de 2011

Capítulo ocho.

Ya he pasado mi primera noche aquí, en la supuesta casa de ensueño.
Ayer me quedé dormido esperando a Harry y a Danny, pero no tengo ni idea de a qué hora volvieron ni si están ahora mismo en la casa. Me gustaría saberlo, pero tengo miedo de salir. Me da miedo salir y volver a sentir lo mismo de ayer, que desde luego no fue nada agradable.
He intentado convencerme de que todo esto está siendo una pesadilla, que tengo que despertar pronto o acabaré tirándome por cualquier barranco. Pero por desgracia, estoy despierto.

Escucho pasos cercanos y me tapo la cabeza con una pequeña manta que pude encontrar anoche.

- ¡Dougie, levanta! - dice una voz conocida. - ¡Vamos! Es la hora y no creo que quieras que venga Danny a levantarte..

Nada más escuchar esas últimas palabras me pongo en pie.
No quiero ver a Danny, ni escucharlo. Ni si quiera quiero escuchar su nombre. No quiero saber nada de él, no quiero que exista.

- Toma - dice tendiéndome ropa - Póntela. Vamos a salir.

- ¿Qué? ¿A dónde? Quiero irme a casa. - digo sin mirarle.

- Dougie..no hagas ésto difícil, por favor.

- ¿Yo lo hago difícil? - rechisto.

- Yo..lo siento..

- Déjame. Eso fue lo mismo que dijiste la segunda vez que hablamos, y fíjate cómo estoy ahora. - le digo girándome y metiéndome en el baño.

Me miro al espejo, estoy hecho una mierda.
Tengo el pelo alborotado, los ojos rojos y una mirada llena de tristeza. Necesito salir de aquí, ver a Tom y decirle que lo siento. Pero no puedo, y eso es lo que peor me sienta.
Me visto rápidamente y salgo. En el sofá están Harry y Danny conversando animadamente. Cada vez siento más asco hacia ellos.

- Muy bien, vamos. - dice Danny tranquilo.

- ¿A dónde? - pregunto.

- No preguntes, vamos. Harry se quedará aquí mientras tú y yo damos una vuelta.

No tengo más remedio que asentir y seguirle. Después de las heridas que me hizo ayer, no quiero volver a casa lleno de golpes.

Bueno, todo eso contando con que vuelva a casa..

Nos montamos en el coche de Harry y Danny pone la radio.
Suena una canción de Springsteen y Danny comienza a cantarla. Al parecer, aunque sea un idiota, tiene buen gusto musical.

Tras dos canciones más, llegamos a un sitio que es solo campo, nada más. Verde, verde y más verde. Solo hierba, solo naturaleza. Todo silencio y tranquilidad. Estaría bastante bien si no fuera Danny el que me acompaña.
Salimos del coche y saca del maletero algo parecido a una cesta.

- Vamos a hacer un picnic. - dice sonriendo.

Yo no digo nada, no quiero hacerlo. ¿Hacer un picnic? ¿Qué tipo de broma es ésta? Sea la que sea, no me hace ninguna gracia.
Danny extiende la típica mantita de cuadros en el suelo y pone la comida encima. Se sienta felizmente y da palmaditas en el suelo como señal para que me siente a su lado.

- ¿A qué juegas? - le pregunto.

- ¿Qué? - pregunta con cara de idiota.

- Eso, que a qué juegas. No entiendo nada de lo que está pasando.

- Mira, para que lo entiendas. En un resumen..se podría decir que te he secuestrado.

Mi cara torna una mueca bastante desagradable.

- ¿Se-secuestrado? - pregunto tragando saliva.

- Sí Dougie sí, secuestrado. Pero tranquilo, no pediré dinero por ti, nadie notará tu ausencia.

Un escalofrío recorre mi espalda al escuchar eso.
Probablemente tenga razón y nadie se de cuenta de que no estoy.

- Tom sí. - digo serio.

- ¿Tom? ¿El friki? Bah..ahora tiene a su noviecita, no le haces falta para nada.

- Pero sigo siendo su amigo.

- ¿Estás seguro? - me pregunta.

- Sí, muy seguro. - digo sin mirarle.

- Yo no lo estaría tanto. ¿Acaso es justo seguir siendo amigo de alguien que te deja de lado por otra persona? Yo creo que no. - dice maliciosamente.

Por desgracia, sé que tiene razón.
Yo dejé de lado a Tom por alguien que ni si quiera conocía realmente..y ahora me encuentro "secuestrado" por ese alguien y su amigo. Soy una persona detestable.

- Bueno..pero..

- Pero nada. - dice interrumpiéndome - Eres un mal amigo, asúmelo.

- ¿Me has traído aquí para hundirme psicológicamente? Porque eso puedes hacerlo en la casa.

- No, te he traído aquí para conocerte un poco. Si tengo que vivir contigo, me conviene saber algo de ti. ¿No crees? - dice aun vacilante.

Me doy la vuelta dándole la espalda y miro al cielo. Está realmente azul, como le gusta a mi hermana, como le gusta a la hermana de Tom. En estos momentos, todo me recuerda a él. Me siento ridículo, pero sé que es la única persona que realmente valía la pena en mi vida.

- Venga di, ¿cuántos años tienes? ¿Trece? - pregunta muy seguro.

- ¿Tre-trece? ¿Estás de coña? - pregunto extrañado.

- Bueno perdona, a lo mejor catorce..¿no?

- Eres gilipollas. Tengo dieciseis, listo. - digo aun sin girarme.

- ¡Sí hombre! ¿Un año menos que yo? - dice riéndose.

Se pone delante de mí y me inspecciona minuciosamente. No sé si busca arrugas o qué cosa, pero me empieza a poner nervioso. No me gusta que la gente me mire, y menos tan de cerca.

- ¡Venga, es imposible! ¡Tienes la cara suavita! - dice acariciándome.

- No me toques. - digo apartando su mano.

- Tranquilo eh. Pero es que..¡no puede ser!

Me toca de nuevo y comienza a reírse de forma escandalosa. Se tira al suelo y puedo confirmar que pronto empezará a llorar de risa.

- No entiendo qué tiene tanta gracia. ¿Acaso todos tenemos que tener la cara llena de granos o pecas como tú? - digo seco.

- No - dice poniéndose serio - pero tampoco es normal tenerla como tú.

- ¿Tan raro es tener la piel suave? - le pregunto mirando sus ojos.

- Sí.

Profundizo un poco más en sus ojos y puedo ver tristeza. Es raro, pero desde el momento en el que le he dicho lo de las pecas su rostro ha cambiado.

Si le ha molestado, que se joda.

- Pues vale. -le digo - Yo soy feliz con mi cara suave.

- ¿De verdad? - me pregunta - ¿Eres feliz? No lo pareces.

- Ahora contigo al lado desde luego que no.

- Ah, claro. Eras más feliz cuando Harry te besaba..¿no? - dice riendo de nuevo.

Me giro y le vuelvo a dar la espalda.
Por lo visto Harry se lo ha contado, o a lo mejor incluso lo tenían planeado entre los dos. Qué bien, qué pedazo de personas.

- Eh, que conste que no tengo nada en contra de los maricones.

- Me alegro. - digo bastante bajito.

- Aunque pobre Harry, eso sí.. - dice él.

- ¿Pobre? ¿Por qué? - pregunto buscando su mirada.

- Por tener que besar a alguien como tú. - dice con tono de obviedad.

Perfecto Dougie, te buscas las cosas tú solo. ¿Para qué preguntas?

Esa pregunta pasa ahora mismo por mi cabeza. ¿Para qué habré preguntado? Sabía perfectamente que recibiría esa respuesta, y sabiendo lo que duele, he preguntado.

Por lo que veo Harry sintió algo totalmente distinto a lo que sentí yo..

6 comentarios:

  1. Jope! Pero que tristeza... Han secuestrado al pobre Dougie y se portan muy mal con él. No puede ser! Esto tiene que cambiar pronto!
    haha aún así, me guzzzzta mucho como lo haces ;D

    ResponderEliminar
  2. pero que me lo han secuestrado O.O
    no me esperaba esto de Danielo xDD
    oiiiiiins me da una lastimita Dougie ... es que se le ve tan adorable y son tan malos con el ... ¬¬
    en fin , ya es rutina decirte que me encanta <3

    ResponderEliminar
  3. Esta genial (: aunque pobre Doug espero que todo cambie prontoo
    Un besazo sube prontito <3

    ResponderEliminar
  4. Joo podre doug..
    danny le hace sentir como una mierdecilla TT_____TT
    porfaa siguela prontoo *-*

    ResponderEliminar
  5. escribe pronto y que dejen ya de joder a mi pollito *O* :)

    xxxx

    ResponderEliminar
  6. hahah muchas gracias por comentar :3
    Hoy subiré el siguiente cap después de este tiempo en England ^^

    ResponderEliminar