sábado, 21 de mayo de 2011

Agradecimientos.

Bueno..como ya dije, hoy subiría una entrada para daros las gracias y tal :)
Antes que nada, os hago publi de otro Pones que escribe una amiga. Con esto de los exámenes y tal ya no me acuerdo ni del argumento, pero seguro que está genial: http://undiscloseddesirespones.blogspot.com/
También os hago publi de un fic de Dougie que escribe @_Jacksie_, que la muy tonta se desanima creyendo que no gusta y escribe muy bien: http://whentherainfalls.metroblog.com/

Ea, hecha la publi, ya puedo deciros tonterías. xD
Jopé, no sé qué deciros DDD: Como empiece a dar gracias una por una no acabo en la vida, así que..destaco a Bárbara, porque ha sido mi beta en mi primer Pones y ha tenido que aguantarme con mis correos ._. Sí, la compadezco. xD Sobre todo en esos momentos en los que me emocioné y escribía todos los días..pobre u_u Ya sabes, yo más feliz que una perdiz de que hayas sido mi beta <3
También a Sara y a Paula, por amenazarme con que subiera (eso más Sara, Pau lo hace con sutileza xDDD) y por querer ser las nuevas betas D: Que..bueh, gracias, sois más monas las dos *-*
A todas las que han ido comentando por aquí o por twitter capítulo a capítulo, whejhweqw. Enserio, es genial que me digáis lo que opináis y que os guste, mejor todavía. También a las que lo han leído escondidas, con eso me refiero a las que han comentado este último capítulo y yo pensaba que no lo leían. xDDD A tooooooodas, muchas gracias.

Empecé el fic con ganas, como una forma de plasmar mi pequeña *gran y mala* obsesión por el Pones, y al final..terminé cogiéndole el gusto y pensando 'nunca volveré a escribir algo hetero'. xDD Nah, mentía, porque el próximo fic lo será e.e
Y nada, que..me alegro un montonazo de que os haya gustado, nunca pensé que lo leería tanta gente y jopé, todas las que escribís sabéis lo kwherjwehrjkew que es conectarse y ver comentarios/seguidores nuevos. Es genial que a la gente le guste lo que escribes y..nada, que os quiero.
Os dejo ya el link de la próxima historia que tengo en mi cabeza: http://thepieceisgone.blogspot.com/
No sé cuándo empezaré a subir, llevo cuatro capítulos y hasta que no lleve diez o así mejor no hago nada (como mucho la presentación). Que si no después me agobio, me bloqueo y paso de seguirlo ._.
PD: Prometo volver al Pones después del nuevo, es algo que no podré evitar e.e

¡Gracias de nuevo y os quiero mucho! <3

domingo, 15 de mayo de 2011

Capítulo treinta.

Señoras mías, el fin de mi Pones ha llegado.
Subo ya el capítulo porque esta semana estoy llena de exámenes y no tengo ni idea de cuándo me conectaré/tendré tiempo de estar por aquí ._. So..el Sábado o así haré una entrada sentimental cuando lea los comentarios *-* (Espero que nadie me tire ingredientes para ensaladas, por favor)
Y nada, a leer y..hope you like it.

Corro hasta llegar a casa y entro ignorando los comentarios de mi madre. No quiero escucharla, no ahora.
Está gritando preguntas como "¿Qué te pasa?", "¿Estás bien?", pero me quedo en silencio y me tiro de golpe en la cama.

Ahora quiero desaparecer..

Miro al techo buscando respuestas que no tengo e intento tranquilizarme.
Quiero comprender a Danny, encontrar algún motivo que me diga que puede tener algo de razón y así poder salir corriendo a buscarle. Pero no, no puedo.

- ¡No tiene sentido joder, no lo tiene! - grito cabreado.

Alguien llama a mi puerta con dos golpes secos y supongo que es mi madre.
Sé que se ha preocupado, que quiere saber qué me pasa y que no va a salir de mi habitación hasta que se lo cuente.

- Puedes pasar. - digo a mala gana.

Ella entra en silencio y me mira con ternura.
Me recuerda a cuando era pequeño, con unos siete años. Los niños de mi clase me marginaron y yo hice exactamente lo mismo que hoy. Huir para tirarme en mi cama.

- Cariño.. - dice sentándose a mi lado - ¿Qué ha pasado con Danny?

La miro sorprendido y ella sonríe.
Nunca podré comprender qué capacidad tienen las madres para saber lo que te pasa en cada momento, es increíble.

Demasiadas cosas..

- Nada, es idiota. - contesto. 

- ¿Por qué?

- No sé mamá, nació así. ¿No le has visto la cara?

- Sí, le he visto la cara de enamorado. - me dice.

Noto mis mejillas arder y veo a mi madre esperando una respuesta.
Es cierto que si fuera por mí le contaría la historia desde el principio, pero la vocecilla avergonzada de mi cabeza no me deja.

- ¿Q-qu-qué dices? - tartamudeo.

- Dougie, tengo ya unos años..lo que me da experiencia. - ríe - Y lo más importante, tengo dos ojos que ven perfectamente.

- ¿Y qué han visto?

- Dos chicos que han pasado demasiado tiempo compartiendo cosas. - dice - Que se han apoyado el uno en el otro en todo momento, que tienen una conexión que va más allá de la amistad. 

- Yo..

- Se ve de lejos que estáis enamorados, Dougie. No sé por qué os habéis peleado pero..no creo que merezca la pena perder el brillo que tienen vuestros ojos cuando estáis juntos.

Me quedo varios minutos en silencio analizando sus palabras.
Sé que lleva razón, hemos pasado muchísimo tiempo juntos, hemos compartido demasiadas cosas. Y sí, yo estoy completamente enamorado de Danny.

Pero él de mí..

- No creo que los dos sintamos lo mismo. - digo al fin.

- ¿Por qué dices eso?

- Danny no me acepta delante de los demás. - confieso bajando la mirada - Se lo dijo a Harry, a su hermana y punto. 

- No es fácil admitir algo que te asusta. - me interrumpe - Tú ni si quiera me lo has dicho a mí.

- ¡Pero lo sabes!

- Porque es algo obvio, hijo. Pero imagínate que no lo fuera, tú no lo has presentado como tu novio..ni lo has insinuado. ¿No crees que eso podría molestar a Danny?

Resoplo sabiendo que vuelve a tener razón y me llevo las manos a la cabeza.
¿Y si es verdad y tengo que darle más tiempo? No, no, imposible. Ha tenido el tiempo suficiente, él mismo fue el que decidió acompañarme hoy.

- Sé lo que estás pensando. - me dice mi madre - Igual que sé que no cambiarás de opinión. Sólo piensa en lo que te he dicho.

Voy a contestarle cuando el timbre suena.
Rechisto maldeciendo a la persona que ha interrumpido este momento y mi madre sonríe. 

Menos mal que la tengo a ella..

- Será tu hermana, voy a abrirle.

- Mamá - la llamo antes de que salga - Gracias.

Ambos sonreímos y me vuelvo a tirar en la cama.
Sigo pensando en todo lo que ha pasado y en lo que me acaba de decir mi madre, y sinceramente no tengo ni idea, no sé quién tiene la razón.
De repente mi mente desconecta y mis oídos se centran en la conversación que hay en la entrada de casa, una voz conocida habla apresuradamente.

- Por favor.. - escucho.

- Créeme que si fuera por mí subirías y os encerraría hasta que lo arreglarais. - le contesta mi madre.

- Pues no es mala idea..

Imagino cómo sonríe apenado y mi corazón se encoge.
Danny ha venido a buscarme, y aunque lo único que quiero hacer ahora es bajar a darle un abrazo no pienso dar mi brazo a torcer.

- Entra y bebe algo, estás seco. Yo voy a subir a ver si lo convenzo.

Escucho a Danny ir hacia la cocina y a mi madre subiendo las escaleras.
Cuando el pomo de mi puerta comienza a girarse me pongo de espaldas a ella, no quiero que me convenza.

- Dougie..

- No. - le corto sin más - Ni si quiera deberías de haberlo dejado entrar.

- Estás siendo muy duro. - dice acercándose.

- ¿Muy duro? ¿Sabes cómo me he sentido hoy, mamá? 

Me mira cómplice mientras me acaricia el pelo y me entran ganas de llorar.
Estar con mi madre es algo que me relaja, y más en situaciones como ésta. Le tengo que agradecer demasiadas cosas y nunca podré.

La echaba tanto de menos..

- Lo sé, pero él se siente igual. - afirma - Dougie, no te pido que le perdones..pero habla con él.

- No pienso estar más de quince minutos aquí metido con él.

- Vale, contaré quince minutos justos. - ríe.

Asiento incorporándome y mi madre baja las escaleras apresurada.
Segundos después, Danny entra en mi habitación tímidamente y el miedo se apodera de mí. Giro la cabeza para no encontrarme con su mirada y cuando el colchón se hunde notablemente, sé que está sentado a mi lado.

- Supongo que me odias. - dice.

- Punto para ti.

- Y te comprendo. Soy un cabrón, siempre te prometo algo que nunca cumplo. - admite - Y sí, soy el mayor cobarde de la historia. Pero joder, ¿sabes lo que es vivir toda tu vida dependiendo de la opinión de los demás, y que de repente llegue una persona y lo cambie todo?

- Sí, lo sé perfectamente. - contesto - Te recuerdo que he vivido toda mi vida jodido por lo que decían los demás, y luego llegaste tú.

Nos quedamos en silencio y Danny busca mi mirada.
Comienzo a ponerme nervioso, pero decido echarle un poco de valor y vuelvo mi cara para verle.
Tiene los ojos llenos de lágrimas que suplican salir, los labios hinchados y su cara expresa culpabilidad. 

- Haré lo que sea para que me perdones. - dice - Por favor.

- ¿No ves que es ya cansino repetir siempre lo mismo? 

Se queda callado y su móvil comienza a sonar.
Lo saca del bolsillo y puedo leer 'Harry', pero no lo coge. 

- Cógelo y vete ya. - digo.

- Ven conmigo.

- ¿Qué? Ni en broma.

Roza nuestras manos y un escalofrío recorre mi cuerpo. Después de tanto tiempo, hay cosas que nunca cambian. 
Miro sus ojos suplicantes y como siempre, caigo a sus pies. Me suelto de su mano y sigo sus pasos hacia..¿dónde cojones vamos?
Cuando llegamos al salón mi madre me mira ilusionada y yo le niego con la cabeza, no quiero que piense que estamos bien. Ella rechista y ambos salimos a la calle sin decir palabra.

- ¿Dónde vamos? - pregunto.

- Necesito que veas algo. Cuando lo hagas, puedes irte y mandarme a la mierda. Prometo no volver a molestarte.

Asiento fingiendo que esa idea me alegra cuando por dentro estoy echo pedazos.
No sé lo que voy a ver, pero quiero verlo y quedarme con él para siempre.
Llegamos a su colegio, más concretamente al patio. Está todo lleno de gente que no conozco pero supongo que son compañeros de Danny.

- ¿Qué hacemos aquí? ¿Por qué la gente me mira? 

- Mira la pared de allí. - dice señalándola.

Me dirijo poco a poco apartando a la gente y llego a la dichosa pared.
Hay una pintada que todo el mundo observa. La gente la lee, me mira y ríe. Miro extrañado y comienzo a leer: Dougie Poynter es un pollito muy adorable. Danny Jones le quiere.

¿Hooooooooooooooooooooooola?

Abro los ojos como platos y una pecosa mano se apoya en mi hombro.
Me giro para pedirle una explicación pero me pone su dedo índice en los labios pidiendo silencio.
Se sube a una mesa que hay en el centro y comienza a hablar:

- Mirad, pijos de mierda. - exclama a sus compañeros - Voy a ir al grano. Seguro que pensáis que esa pintada es mentira y que alguien la ha hecho para joderme. - todos asienten - Pues os equivocáis. La he hecho yo, porque empiezo a estar harto.

Mi corazón se acelera y mis mejillas arden.
La gente murmura sorprendida y noto cómo a Danny le tiemblan las piernas. 

- Sí, Dougie es femenino. Dougie parece un jodido bebé por esa cara que tiene, y Dougie puede ser un marginado pero me da exactamente igual. - dice - Es la persona más increíble que he conocido nunca, y lo quiero. Lo quiero como algo más que un simple amigo.

Danny se baja de la mesa y yo noto que la cabeza me da vueltas.
Las emociones fuertes no están hechas para mí, y si no me desmayo, me va a dar un paro cardíaco.

- Danny..

- Puedes irte, sólo quería que vieras que no me avergüenzo. - responde - Tuve miedo, lo sigo teniendo..pero, ¿sabes? La sensación de estar a tu lado supera a ese miedo.

- No sé qué decir..

- Nada, puedes reírte o decirme que soy un completo idiota. - ríe sin ganas.

- Y..¿no puedo besarte?

Sus ojos brillan más de lo normal y su enorme sonrisa ocupa su cara.
Acompaño su sonrisa y en pocos segundos nuestros labios están juntos. Hay gente que aplaude a nuestro alrededor, y puedo escuchar algún que otro 'qué asco joder', pero me da igual.

- Voy a preguntarte algo. - me dice serio.

- Eh..dime.

- ¿A que beso mejor que Harry? - exclama - ¡Dice que no!

Ambos reímos y le doy un golpe en el brazo.
Por un momento me he asustado y pensaba que volvería a mandarme a la mierda.

- No recuerdo cómo besa Harry.

- ¡Si quieres te lo recuerdo! - grita acercándose.

- Eh, a mi rubia nada. - le dice Danny - Tú vete con Tom y su novia, a ver si tienen una muñeca hinchable para ti.

Harry le saca la lengua y se aleja sonriente.
Yo, aunque lo único que quiero es tirarme encima suya, miro a Danny con asco y bastante serio. 

- ¿Qué pasa? - pregunta.

- ¿Cómo que mi rubia?

- ¿Acaso no eres de mi propiedad? 

- ¿Acaso soy una chica? - resoplo.

- No me hagas contestar a esa pregunta. - ríe besándome.

- Eres un subnormal.

- Ya, pero tú me quieres. - dice orgulloso.

- Qué le vamos a hacer, me gustan tontos y pecosos.

Ambos reímos y unimos nuestros labios de nuevo.
Enlazamos nuestras manos y nos vamos de allí ante la mirada atenta de todo su colegio. Yo sonrío interiormente, porque sé que Danny ha cambiado. Ese adolescente prepotente que conocí en la biblioteca, se ha esfumado por completo.
Ahora sólo queda Danny Jones, el que quiere a Dougie Poynter.

Y lo mejor de todo esto, es que ha pasado Sin querer.

jueves, 12 de mayo de 2011

Capítulo veintinueve.

Hunnnnnnnnnnn! :3
Por fin estoy de vuelta, Poneras. (?)
Ya sé que he tardado mucho, pero con lo del concierto y tal ni lo habéis notado, que lo sé yo e.e ¡Queda sólo un capítulo! FFFFU. Ya me pondré sentimental en el próximo. xD
Y nada, a leer :)

Entramos en casa y Danny se sienta.
Sé que quiere hablar, quiere explicarme cosas que no voy a comprender, quiere que lo perdone. Pero no siempre es tan fácil, y menos después de tantas mentiras.

- Dougie..quiero que comprendas que no lo hice con mala intención. - dice.

- Tampoco me secuestraste con mala intención, ¿verdad?

- No recuerdes eso..

- ¿Por qué no? Te jode admitir la verdad Danny, te jode ver que por mucho que lo niegues, sigues siendo un cabrón. - replico enfadado - Todo esto no tiene sentido.

- ¿El qué? - pregunta alterado.

- Lo nuestro.

Sus ojos se abren y su boca los acompaña mostrándome su sorpresa. No quería decir algo así, que me duele estar peleándome con la persona más importante que tengo ahora mismo pero..estoy harto.
Harto de mentiras, promesas y derivados. Harto de ser el bueno de la película, el que perdona cualquier cosa.

Harto de ser Dougie.

- Eso es mentira. - dice - ¿Piensas que lo que sentimos no tiene sentido?

- No. Pienso que hemos estado perdiendo el tiempo, que para ti todo esto ha sido un juego estúpido..y que como siempre, salgo perdiendo.

- ¡Pero qué dices! - exclama levantándose - ¿Vas a volver a tus inseguridades?

- No son inseguridades, es lo que me estás mostrando.

- ¿Te estoy mostrando que eres un simple juego? - pregunta.

Asiento angustiado y Danny baja la cabeza decepcionado.
Parece dolido, pero he visto esa faceta tantas veces que no sé qué creer. No siempre puedo tener confianza ciega en lo que me dice, no siempre puedo pensar que es perfecto y lo hace todo bien.

- Está bien. - me dice negando con la cabeza - Si piensas eso, te respeto. Pero que sepas que te equivocas, te equivocas mucho.

- ¿Y cómo sé que me equivoco? ¡Ayer te besaste con otra! Y a saber si fue sólo ayer..

- ¿Que cómo lo sabes? - me grita - ¿Piensas que una persona que no te quiere gasta su única neurona en pensar qué hacer cada día para sorprenderte? ¿Que te compra regalos sin importarle lo que cuesten? ¿Que te besa todos los días, te abraza y te da todo porque sí? ¿No ves lo idiota que suena eso? Joder Dougie, que es increíble que a estas alturas me digas que no siento nada por ti.

Sus ojos están llenos de lágrimas con ganas de salir, y su tono de voz muestra un sentimiento de frustración.
Ahora mismo siento mi corazón rompiéndose poco a poco, a pequeños trocitos. Y todo por él, por la persona que yo creí mi enemigo, por alguien que meses atrás me daba asco.

Nunca pensé que las cosas cambiarían tanto..

- Yo.. - empiezo - ¡Entiéndeme!

- ¡Te entiendo! Sé que hice mal, que te lo debería de haber dicho..pero, ¿sabes lo horrible que es enamorarse de ti y pensar que puedo perderte por ser tan anormal? ¿Lo sabes?

Niego y sus lágrimas caen. Una por una, cada vez con más fuerza, cada vez más rápido.
Se gira dándome la espalda y levanta la cabeza a la vez que resopla. En este tiempo he aprendido que odia que la gente lo vea llorar. Da igual si eres su amigo, su hermano o..yo; da igual, odia mostrar sus sentimientos.

- Danny. - digo tocando su hombro - Yo nunca pensé que te enamorarías de mí..

- Créeme, yo tampoco. ¿Danny Jones enamorándose de un chico? Suena demasiado absurdo por dios, demasiado.

- ¿Ves? Siento que te da asco, que te sientes avergonzado..que odias la situación. - admito.

Se queda en silencio y lo único que yo puedo hacer es confirmar mi teoría.
Me quiere, puede. Pero se avergüenza de hacerlo, nunca lo admitirá delante de alguien que no fuera Harry, nunca.

- A eso me refiero..

- Si me diera vergüenza Harry no lo sabría. - dice serio.

- Harry es tu mejor amigo, a él nunca podrías mentirle.

- No me importa que Tom lo sepa, y él no es mi amigo.

- Pero sabes que Tom nunca te juzgaría ni se reiría. - le replico - Por eso te da igual.

Vuelve a quedarse en silencio y siento un fuerte dolor en el pecho.
De alguna manera, esperaba que me dijera que no, que estaba equivocado y que se lo diría a quién hiciera falta, pero no.

- Mi hermana también lo sabe. - dice de repente.

- Danny, deja de buscar personas. A ella se lo cuentas todo, ella te ayudó..ella te conoce y no podrías ocultarlo. ¡Admite que no quieres que nos vean juntos!

- Te besé en un concierto en el que había miles de personas, ¿no quiero? - grita mirándome.

- Allí no conocíamos a nadie. Si de verdad me quieres, vámonos. - le digo - Volvamos a casa, déjame contarle a mi madre y a mi hermana que estoy con una persona increíble; ven conmigo y con Tom al Starbucks y bésame cuando salgas de clase. ¿A que eso no lo harías?

Danny me mira extrañado, intentando asimilar cada palabra.
Irnos ahora suena a locura cuando en realidad es lo más lógico. Si de verdad no le importa que lo vean conmigo, deberíamos de haber vuelto hace mucho, cuando descubrimos que estábamos enamorados. No tiene sentido que vivamos aquí.

- Nunca lo harías, y lo sé.

- No deberías estar tan seguro. - me dice - ¿Quieres irte? Pues venga, volvamos.

Lo miro incrédulo buscando la trampa, pero lo veo bastante serio, lo que quiere decir que es verdad.
Instintivamente sonrío y lo abrazo con fuerza. Sólo necesitaba eso para saber que me quiere, que no le importa lo que diga la gente y que podemos estar juntos, sea donde sea.

- ¡Gracias, gracias, gracias! - le digo besándolo.

- Me estás llenando de babas. - ríe - Pareces un bebé.

- Lo soy, o por lo menos tengo cara de eso..¿no?

Sonreímos ampliamente y sé que estamos pensando en lo mismo.
Estoy seguro de que ambos tenemos en la cabeza la primera vez que Danny me dijo que tenía cara de bebé. Me cabreó, pero con el tiempo se convirtió en algo cariñoso.

- Venga, vístete y nos vamos.

Asiento, cojo mis cosas lo más rápido que puedo y miro a mi alrededor.
Puede sonar bastante extraño, pero al fin y al cabo iba o voy a echar de menos vivir aquí. Demasiados momentos compartidos, muchos recuerdos..sentimientos.

Las sorpresas del pecoso, los besos..

- ¿Preparado? - dice desde la puerta.

- Sí, vamos.

Cojo los peluches como puedo y los meto en el maletero.
Me monto despacio y miro la casa por última vez dejando que mi cuerpo se llene de nostalgia.

- ¿Estás triste? - me pregunta Dan arrancando.

- Me da pena, ya sabes..

- Dougie, volveremos algún día. - dice - Te recuerdo que estamos juntos y esa es mi casa. Podemos venir los Sábados, en vacaciones o cuando quieras.

Sonrío dejándole un beso rápido y vuelvo a mirar por la ventana. Me tiro todo el camino así y cuando quiero darme cuenta ya hemos llegado.
Estamos al lado de mi casa, lo que hace que el miedo se apodere de mí. Después de tanto tiempo voy a poder abrazar a mi madre pero, ¿y si ella no reacciona igual?

- No pienses más. - dice sacándome de mis pensamientos - Vamos.

Tras varios minutos en frente de mi puerta, decido que no puedo.
Se me hace imposible llamar y que mi madre o mi hermana me abran, no sé cómo reaccionarán ellas ni cómo lo haré yo.

- Esta bien, yo llamo. - resopla Danny.

Llama al timbre y mis piernas tiemblan al escuchar un dulce "¡Ya va!" que sale del otro lado.
Segundos después, abren la puerta y una cabeza rubia esboza una enorme sonrisa: mi madre. Está más guapa de lo normal, o por lo menos eso pienso yo. Sus ojos brillan de alegría y su sonrisa dejaría a cualquiera sin habla.

- ¡Dougie, cariño! - grita abrazándome. - Te he echado de menos..

- Y yo a ti..muchísimo.

Me quedo un rato entre sus brazos y escucho a mi hermana bajando rápido las escaleras.
Ella también está preciosa, porque aunque hayan sido unos míseros meses, la veo mucho más mayor.

- ¡Enana! - grito abrazándola.

Mi madre saluda a Danny y entramos al salón.
Danny le cuenta lo que hemos hecho en este tiempo saltándose algún que otro detalle que no es necesario que ellas sepan mientras yo me limito a mirar.

- Dougie, yo me voy. - me avisa Danny - Quiero ver a mi madre.

- ¿Te puedo acompañar?

- Claro. - responde feliz.

Salimos camino a su casa y a lo lejos puedo ver una silueta que me resulta muy familiar.
Un chico, alto, moreno..es Harry, seguro. Por un momento se me viene a la cabeza su mensaje: "¿Tanto daño le hice?" Estaba arrepentido y creo que es el momento de perdonarlo.

- Allí está Harry. - le digo a Dan.

- ¿Te importa que lo salude?

- No, claro que no. Aparte quiero hablar con él.

Danny sonríe extrañado y nos acercamos casi corriendo para que ambos se den un fuerte abrazo. Harry se limita a saludarme con la cabeza avergonzado, sin saber cómo actuar.

- Harry. - digo captando su atención - Quería decirte que..te perdono. He sido un poco rencoroso pero bueno, más vale tarde que nunca.

- ¿Enserio? Gracias Dougie, de verdad. - me sonríe - Por cierto, creo que deberíais iros.

- ¿Por qué? - pregunta Danny serio.

- He quedado con los chicos y vienen hacia aquí. No creo que les haga mucha gracia veros así. - dice señalando nuestras manos enlazadas.

- A mí me da igual lo que digan ellos. - digo seguro - ¿A ti?

Miro a Danny esperando una respuesta y éste asiente.
Supongo que eso quiere decir que a él también le da igual, pero no lo veo para nada seguro. Se come las uñas y la mano que tiene cogida a la mía le tiembla suavemente.

Tiene miedo.

Cinco minutos después, puedo verlos.
Como ha dicho Harry, vienen todos. Aquellos cabrones que se rieron de mí en la cafetería aquel día, aquellos que me tenían asco por ser menos masculino que ellos, esos que eran o son amigos de Danny.

- ¡Daaaaaaaaaaaaniel! - grita uno - Coño, has estado desaparecido.

- Ya ves.. - contesta Danny escondiendo un poco nuestras manos.

- ¿Y tú, qué haces aquí? - dice otro señalándome.

- Cazar ranas, ¿tú qué crees?

- Eh, no te pongas chulo nenaza. - responde otro.

- No enserio, ¿qué mierdas hace aquí? - vuelve a preguntar mirando a Danny.

Todos centramos nuestra mirada en el pecoso y éste no dice nada.
Está totalmente callado, traga saliva cada cinco segundos y no deja que nuestras manos se vean. A eso se le llama sentir vergüenza de lo que eres y de quien está contigo.

- Nada, pasaba por aquí. - habla Danny sin mirarme a la cara.

- Vete a la mierda. - le susurro soltándole la mano.

- ¡NO! ¡DOUGIE! - me grita corriendo detrás mía.

Y otra vez más, las lágrimas acuden a mí.
Todo suena demasiado absurdo, demasiado monótono. Peleas, peleas y más peleas. Peleas que encima no son mi culpa, si no la suya. Peleas que no llevan a ninguna parte.

- ¡Déjame! - exclamo soltándome de su agarre.

- Dougie, no te vayas, por favor.

- ¿Por qué no has sido capaz de decir que estaba contigo? - le grito - No te pido que me beses delante de ellos desde el primer día, ni si quiera que digas que somos..algo. Simplemente podrías admitir que no me odias.

- No he podido, y lo siento. De verdad..pero prometo que a la próxima no pasará. - dice - Haremos bien el cuento de hadas.

Me quedo en silencio pensando sus palabras y niego con la cabeza.
Demasiadas veces escuchando lo mismo, ya no tiene lógica que volvamos a intentar algo que es demasiado obvio que no saldrá.

- ¿Sabes lo que me dijeron una vez sobre esos cuentos? - le pregunto.

- ¿Que siempre terminan bien?

- No, que son crueles, que nos hacen ver las cosas como no son. Todos queremos vivir en uno cuando en realidad ni si quiera existen. - le explico - Que los cuentos de hadas solo sirven para engañarnos y hacernos pensar que podemos ser felices cuando eso no es cierto.

- No creo que sea así.

- Pues yo sí lo creo, tú me lo has demostrado.

Me giro sin dejar que hable y salgo corriendo.
No quiero que vuelva a alcanzarme, no quiero verlo. Quiero entrar de nuevo a mi casa y abrazar a mi madre como cuando era pequeño y me hacía sangre en las rodillas.

Quiero huir de todo.

domingo, 1 de mayo de 2011

Capítulo veintiocho.

¡Siento la tardanza! DD:
De verdad, por primera vez ha sido por culpa del bloqueo. xDD
Y nada, que quedan dos capítulos *no escritos* que hasta después del concierto no subiré. Quería escribirlos antes pero no sé si me dará tiempo so..a saber cuándo vuelvo ._.


Cuando siento el contacto de sus brazos, tiemblo notablemente y mi corazón se encoge.
Por un momento he pensado que alguien venía a hacerme daño y me he asustado demasiado. Después lo he sentido, sabía que era él, lo notaba perfectamente.
Sus pecosos brazos, su olor, incluso su cariño se reconocía desde lejos.

- Lo siento.. - me susurra apretándome contra él.

Yo no contesto, sigo con el miedo en el cuerpo.
Puede sonar estúpido, pero sólo pensar que Danny no vendría a por mí me ha hecho sentirme así. Estaba completamente seguro de que me dejaría aquí, solo.

- Doug.. - dice separándose - de verdad que lo siento.

Miro sus ojos y está llorando.
Puedo ver su culpabilidad, su decepción e incluso su pena. Puedo comprobar que está completamente arrepentido.

- Yo..he sido un borde y encima mira cómo estás, temblando.

- No-no pasa nada. - le digo.

- ¿Cómo que no? - pregunta exaltado - ¡Sí que pasa, soy un gilipollas!

- Bueno, eso un poco.

Sonrío de medio lado intentando que se tranquilice y lo consigo.
Me devuelve la sonrisa, se levanta del banco y me tiende la mano para irnos a casa.

- Vamos, la cena ya estará congelada. - dice muy bajo.

Sonrío inconscientemente y agarro su mano con fuerza.
Nos montamos en el coche y el camino transcurre en silencio. Ni si quiera se escuchan nuestras respiraciones, nada.

Necesito pensar..

Llegamos a casa y salimos aún en silencio del coche.
Danny saca las llaves y me sonríe. No sé qué hay en casa, pero deduzco que me va a gustar bastante.

- Espero que te guste. - susurra en mi oído.

Un escalofrío me recorre y cuando Danny abre la puerta está todo oscuro.
Enciendo la luz con ansia y mis ojos se vuelven llorosos. Es increíble lo que una sola persona puede hacer..Danny es increíble.

- Di-di-dios mío...

Miro la mesa, donde hay una cena bastante apetecible. Las paredes, el suelo..no hay ningún sitio vacío de decoración. Todo tiene algo que me hace sonreír.

- Mira en el sofá. - me dice.

Voy hacia él y veo un peluche enorme.
Es un pollito, lo que hace que una sonrisa enorme se instale en mi cara.

- Gracias Dan, te quiero.

Le doy un beso corto y Danny sonríe.
Me siento mal por haber estado toda la noche hablando con Tom cuando el pecoso me tenía preparada toda esta sorpresa.

- Y lo siento por no haber estado aquí, yo..

- Eh, calla. - dice interrumpiéndome - Perdóname tú a mí. Tom es tu amigo y hacía mucho que no lo veías..

- Ya, pero tú tenías organizado algo que yo he roto.

- No has roto nada idiota. Es tarde, pero podemos cenar y hacer como si nada.

Asiento y ambos sonreímos.
Nos sentamos a cenar, y en el primer bocado me doy cuenta de que la comida la ha hecho la madre de Danny. Esa mujer tiene un don sobrenatural para cocinar, enserio.

- Con que comida de tu madre..eso es trampa. - digo riendo.

- Shhhh, no podías descubrirlo. - ríe conmigo.

Cenamos entre risas, le cuento todo lo que he estado hablando con Tom y cada vez que le pregunto qué ha estado haciendo mientras yo no estaba, me rehuye.

- Venga Dan, cuéntamelo.

- Nada interesante.. - dice sin mirarme.

- Pues entonces puedes decírmelo.

- Es que..te vas a enfadar.

- Ahora sí que sí, dímelo.

Asiente nervioso y se frota las manos.
Odio cuando hace eso, porque lo que suele venir después, siempre termina haciéndome daño.
Espero en silencio mientras él piensa cómo decirmelo. Y siento miedo, miedo de que haya pensado en romper todo lo que hemos estado creando este tiempo.

- ¿Y bien? - pregunto impaciente.

- Ha venido una chica.

Adiós mundo.

- Continúa.

- Y eso, que ha venido. - dice sin mirarme.

- ¿Y qué habéis hecho? - pregunto serio - Venga, di.

- Nos hemos besado.

Resoplo bastante fuerte y Danny levanta la cabeza en busca de mi mirada.
Me limito a mover la cabeza como si no me lo creyera, como si lo que estoy escuchando fuera un sueño. ¿Por qué tiene que defraudarme cuando las cosas van tan bien?

- Dougie, te prometo que sólo nos hemos besado. - dice levantándose.

- ¿Y por qué tengo que creerte?

- Porque te quiero, porque nunca te haría daño. - dice mirándome fijamente - Porque he sido un estúpido que no sabía lo que hacía. Sentí celos..de ti, de Tom, de que me mandaras a la mierda.

- Y entonces, ¿por qué paraste? ¿Por qué no seguiste con ella en vez de venir a buscarme?

- Porque me acordé de ti. ¿Sabes? Es imposible comparar lo que tú me haces sentir cuando nos damos un simple abrazo.

Siento cómo las lágrimas piden salir, pero intento no llorar bajo ningún concepto.
Sé que soy débil, soy un cursi que a la mínima ñoñería perdona todo. Pero, ¿y si todo es mentira? ¿Quién me asegura que lo que dice es cierto?

Sus ojos..

- Mírame Dougie. - dice con la voz quebrada. - Por favor.

Me giro lentamente conteniendo las lágrimas y veo que sus mejillas están más que mojadas por las suyas.
Se acerca pegando su frente a la mía, nuestras narices rozando y nuestros alientos enlazados. Me mira a los ojos y susurra algo:

- Si no me crees, mírame a los ojos. El corazón nunca miente.

Sonrío tristemente y como me ha pedido, le miro.
Sus ojos están tristes, llenos de dudas. No podría descifrar qué dicen exactamente, pero sí puedo ver que no me miente.

- ¿Me quieres? - susurra de nuevo cerrando los ojos.

- Es la pregunta más absurda que he oído nunca.

Ríe sonoramente y cierro yo también los ojos.
Me gusta la sensación de sentir que estamos juntos, que somos una misma persona. Su respiración mezclada con la mía, su tacto..sus labios y los míos luchando.
Por eso le beso sin pensarlo, despacio, sin prisa y con mucha suavidad.

- Me gustan estos besos. - dice separándose.

- A mí todos.

Sonreímos y ahora es él quien empieza la pelea.
Un beso brusco, con fuerza y muchas ganas. Dos besos, tres, seis más. La temperatura empieza a subir y ambos lo notamos.
Vamos a la habitación, a la que llegamos sin camiseta. Danny se tumba en la cama y me echo a su lado. Me mira y asiento, los dos sabemos lo que viene ahora y queremos que pase.

Seremos uno por segunda vez.


Una música sin sentido se cuela por mis oídos y me despierta. Es el móvil de Danny, al parecer tiene un mensaje.
Abro los ojos y lo veo. Ahí, como la primera vez que lo hicimos. Con sus brazos rodeándome y sus pecas a mi alcance. Es genial despertar y ver esta imagen de Danny, es jodidamente adorable.

Salgo de la cama intentando no hacer ruido y cojo el móvil: mensaje de Harry.
Sé que no debería de cotillear pero..¿y si es algo importante? Pulso el botón 'abrir mensaje' y comienzo a leer:

Dannnnnnnn! ¿Qué tal anoche con Dougie? ¿Te salió bien la sorpresa? Tío, dile que me perdone. Empiezo a sentirme bastante mal..¿tanto daño le hice?
Bueh, llámame cuando leas esto. Ah, ¿le dijiste lo de su madre? Espero que sí. 
¡Nos vemos!

Me quedo mirándolo unos segundos e intento asimilar la información.
Lo leo de nuevo y respondo para mí mismo. La noche genial, la sorpresa le salió regular..y sí, me hiciste mucho daño, aunque debería perdonarte. Te llamará.
Y ahí estaba la duda: ¿qué tiene Danny que decirme de mi madre? Seguro que nada bueno.

No empieces con las tonterías, Doug..

Dejo el móvil en la mesa y despierto a Danny rápidamente.
No pienso andarme con rodeos, quiero saber a qué se refiere Harry y voy a ir al grano.
Abre los ojos, se despereza y sonríe al verme al lado mirándole.

- Buenos días. - me dice.

- Tenemos que hablar.

Su cara cambia a confusión, no le ha dado tiempo de respirar y ya lo estoy atosigando.
Es comprensible y sé que por lo menos debería de dejar que se dé una ducha, pero no puedo. La intriga no me deja estar callado.

- ¿De qué? - pregunta confundido.

- ¿Qué me tenías que decir anoche sobre mi madre?

- ¿Q-q-qué? ¿Cómo..?

- No importa cómo lo sé, pero lo sé. - le digo - Así que quiero saberlo.

- Verás..

Se acomoda a mi lado y tras mucho pensar, me coge de la mano.
Como suele hacer, clava sus ojos en mí, resopla varias veces y comienza a contarme la historia.

- Ya te conté por qué estás aquí, pero nunca he podido decirte algo que deberías de saber desde el principio. - dice - Tu madre no pasa de ti, de hecho, sabe que estás conmigo.

- ¿QUÉ? - exclamo.

- Déjame explicarlo. El día que Harry te llevó al lago, fui a hablar con ella. - me cuenta bajando la mirada - Le dije que era tu amigo y que estabas planeando venirte a vivir un tiempo conmigo porque te sentías mal en tu familia. Sí, le mentí.

- ¿Y se lo creyó? - pregunto incrédulo.

- Sí, me dijo que ya te veía raro y..que se alegraba de que por lo menos yo se lo hubiera dicho. - dice - Lo siento..

Me quedo en silencio varios minutos, no me puedo creer nada de lo que ha dicho.
Una cosa es traerme aquí, joderme la vida, enamorarme..y otra hablar con mi madre y hacerme pensar que no se ha preocupado de mí en todo este tiempo cuando ella lo sabe casi todo.

- ¡Eres un cabrón! - le grito - ¿Por qué no me lo has dicho antes? ¡Llevo todo este tiempo pensando que no les importo una mierda!

- Dougie, tranquilo. Yo..sabía que te enfadarías..

- Me enfado ahora Danny, me enfado ahora.

- Pero..

- Pero nada. - le corto - Te empeñas en joderlo todo. Haces de unos días un cuento de hadas y de otros un puto infierno.

- Estás exagerando mucho.

- No, si encima exagero.

Me levanto enfadado y cierro la puerta de un portazo.
Escucho como Danny viene detrás y puede que hasta haya gritado mi nombre, pero yo ya estoy fuera. No quiero estar con él ahora mismo, necesito pensar el por qué de todo.
Me quedo en la hierba unos minutos hasta que siento su mano en mi hombro. La aparto y lo miro con desprecio.

- Pensaba que te irías lejos. - dice.

- Es lo que voy a hacer.

- ¿Piensas ir en pijama? - pregunta - La gente te mirará raro.

Miro mi ropa y tiene razón, estoy con mi pijama de cuadritos.
Río casi automáticamente y Danny me mira con dulzura.

- Venga enano, hablemos dentro.

Hablar..todos sabemos cómo acabará esto.

martes, 26 de abril de 2011

Capítulo veintisiete.

Aquí estoy de nuevo, demasiado pronto D:
Como siempre, gracias por los comentarios :3 Y a las que decís que no queréis ser pesadas..¡no lo sois! ¡Me encanta ver lo que pensáis sobre la historia y tal! :)
Y nada, que quedan tres capítulos *no escritos* para acabar el fic..así que, a leer.
PD: Este capítulo es el POV de Danny. Desde que ven a Tom en adelante.

Acabamos de salir del concierto y Dougie está eufórico.
Me encanta verlo tan feliz, siento que he hecho algo bien y tengo ganas de que vea lo siguiente. Sé que le va a gustar y va a regalarme una de sus increíbles sonrisas de niño pequeño.

- ¡Danny! - me llama.

- Eh, ¿qué pasa? ¿Estás bien?

- Sí, no, no sé. Danny, ¡ese es Tom!

Miro hacia donde señala con su dedo y siento que mi cara palidece.
Está más que claro que es él, no hay más chicos altos y rubios en el mundo que tengan su hoyuelo. Genial.

- ¿Vas a ir a verle? - pregunto bastante serio.

- Pues..me gustaría pero..¿te parece mal?

- Claro que no, ve a verlo. - respondo.

- Sé que te molesta, tu cara lo dice todo..

- Doug, es solo que no quiero que me dejes solo. - confieso - No quiero que ahora te vayas con él a casa y se rompa todo.

- Eso no pasaría nunca idiota. - dice besándome - Ven, acompáñame.

Le hago caso y enlaza mis manos con las suyas.
Nos acercamos despacio y Dougie le da unos golpecitos en la espalda hasta que el rubio se gira. Y su cara es increíble. Expresa sorpresa, felicidad y tranquilidad hasta que mira un poco más y me ve a mí. Sé que no le caigo nada bien y que no puede comprender qué hago aquí.

- Repito la pregunta: ¿con Danny? - abre mucho los ojos - No entiendo.

- Es una larga historia..

- Ya, lo supongo. - dice - Doug, te he echado mucho de menos..fui a tu casa y tu madre me contó que estabas con tu tía, ¿es cierto?

Perfecto, un motivo más para odiar a Tom. ¿Por qué fue a buscarlo? Y lo más importante, ¿por qué cojones le dice nada a Dougie? Que se calle y le suelte, quiero irme ya a casa.
Siguen hablando y Tom le hace un gran interrogatorio en el que me veo obligado a intervenir.

- No sé si volveré, me fui porque..lo necesitaba y estoy con Danny porque..porque..

- ¡Porque mi tía también vive aquí! - contesto acercándome a ellos.

- Eso. Su tía y la mía son amigas y..ya ves. - dice Dougie - Ahora nosotros también somos amigos.

- ¿Amigos? - pregunto dolido.

Ambos me miran extrañados y yo me quedo en silencio.
No voy a decir nada pero, ¿desde cuándo los amigos hacen lo que nosotros? Me parece increíble que no quiera admitirlo delante de Tom, que es su supuesto mejor amigo.

- Me voy. - le digo - Quédate con Tom hablando y ya luego llamas a tu tía para que te venga a buscar.

- Pero..mi tía..yo..no me he traído el móvil. - responde preocupado.

- Toma el mío, llama al fijo. Nos vemos Tom.

Me despido con la mano y puedo ver cómo sonríen, al parecer se alegran bastante de que me vaya. Me dirijo a casa enfadado, sin ganas de nada y un poco decepcionado. Quería hacer de hoy el mejor día de mi vida y se acaba de convertir en una gran mierda.
Tras más de una hora en el coche, consigo llegar a lo que viene siendo nuestro nido. Entro y lo veo todo, preparado, perfecto..casi como la última vez que le hice un regalo a Dougie.

- Harry ha hecho un gran trabajo..

Como le dije, Harry vino a casa y puso cursilerías por todas partes.
Velas, una comida increíble preparada por mi madre y recuerdos de este tiempo juntos. Sí, la segunda cosa más absurda que he organizado en mi vida. Y todo para nada, para estar solo.

Enciendo la tele y me tumbo en el sofá ignorando el enorme peluche que le he comprado esta mañana al enano. Un pollito, como él. Uno enorme y suavito..casi una réplica suya que pensé que le encantaría, pero que tardará en ver.

Qué bien lo has hecho Jones, qué bien.

Pasa el tiempo y son las once, hace una hora que Doug está con Tom y ni si quiera me ha llamado.
Miro el teléfono y pienso varias veces en llamarle, lo hago. Sólo quiero saber si tardará, sólo quiero decirle que la cena se va a poner fría.

Piiiiiiiii..piiiii..piiii..nada.

Supongo que está demasiado ocupado para cogerlo, así que espero un poco más. Tras llamarle otras tres veces, sigo sin conseguir resultado. Nada de nada, Dougie me ignora.
Empiezo a enfadarme y a sentirme el mayor fracaso del mundo. ¿Para eso me esfuerzo?
Quiero gritar, pegar a alguien..pero decido hacer otra cosa. Cojo el teléfono y marco un número, esta vez uno diferente. El de alguien que sé que vendrá, el de ella, el de Kate.

- ¿Sí? - responde una dulce voz.

- Kate..soy Danny, ¿te apetece venir a mi casa?

- ¡Claro! Dame veinte minutos.

Me cuelga y sonrío satisfecho.
Conocí a Kate hará dos veranos, y se puede decir que nada más hablar con ella la consideré mi 'folloamiga'. Nos veíamos todos los días, tomábamos un helado y..al tema.
Y ahora, cada vez que estoy mal o falto de un polvo, la llamo. Parece algo cruel, pero ella acepta encantada..así que no es mi culpa.

Veinte minutos después llaman a la puerta, algo que siempre la ha caracterizado es su puntualidad.
Abro y la veo, como siempre, preciosa. Pelo largo y rubio, algo ondulado, sus ojos grandes, azules y brillantes, su perfecta sonrisa y esas piernas maravillosamente largas.

- Pasa. - digo abriendo más - Estás preciosa.

- Siempre me dices lo mismo - ríe.

- Es que siempre lo estás, qué quieres que le haga.

Reímos y entramos en silencio.
Mira toda la decoración y veo la duda en sus ojos, pero le hago saber que no quiero hablar de ello.
Dos vasos de vino, un poco de risas y nos encontramos en mi cama. Sólo estamos sentados, ni si quiera nos hemos rozado aún, pero sé que tardaremos poco.

- Bueno..querido Jones..¿vas a dejarme así toda la noche?

- Sabes que no. - río bastante fuerte.

Me regala una sonrisa pícara y se acerca poco a poco.
Es la primera vez que vamos tan despacio, pero me da igual. Yo sólo quiero descargarme, sentir que no estoy solo. Que aunque sólo me quiera para el sexo, me necesita.

Acorto distancia y la beso con prisa, con pasión.
Siento sus labios fríos y pienso en los de Dougie. Los suyos son cálidos, suaves, finos..al contrario que los de Kate.
Me acerca a ella y me besa con más fuerza mientras me va tumbando en la cama. Se echa encima mío y cuela su mano por debajo de mi camiseta.

No, no, no. ¿Qué mierda hace? 

Intento ignorar mis pensamientos, pero no puedo.
No me gustan sus manos, no son las del enano. No me gusta que me bese, porque me siento sucio. Yo quiero a Dougie, aquí, conmigo..ahora.
La aparto un poco brusco y me mira sorprendida.

- ¿Qué pasa?

- No Kate, no puedo. - digo - Vete, por favor.

- Pero..

- Enserio, créeme. No puedo..

Asiente y se va sin entender nada.
Yo respiro entrecortadamente y millones de voces se apoderan de mi mente. No sé por qué la he llamado, no sé por qué la he besado..yo no quería hacer nada de eso.

Me meto en el baño, me ducho y salgo un poco más tranquilo.
Yo quería sentirme mejor, pero por primera vez no he podido. Mientras ella me besaba, yo pensaba en los besos que Dougie y yo hemos compartido; mientras me acariciaba, no podía parar de pensar en mi primera vez con él..y si hubiera seguido, probablemente ahora estaría destrozado.

- ¡Le odio, le odio! - grito dándole golpes a la mesa.

Y es que Dougie está volviéndome loco, me ha cambiado por completo y lo peor es que me gusta. Me gusta ser como soy ahora, romántico y enamorado. Un momento..¿enamorado? ¿He dicho yo eso? Increíble.

Acabo de admitir que estoy enamorado de un chico..enamorado de Dougie.

Me tomo un vaso de agua y me tumbo en la cama.
Miro la hora, son las doce y Dougie sigue sin venir. A lo mejor se lo ha contado todo a Tom y éste le ha dicho que lo lleva a casa. Doug ha aceptado y me ha abandonado como venganza, dejándome tan solo como estaba antes.

Me froto los ojos e intento no pensar en eso.
Sé que soy estúpido, pero lo necesito aquí conmigo. Me he acostumbrado a estar las veinticuatro horas del día junto a él y ahora me siento inseguro si no está a mi lado.
Miro a mi alrededor y es como si todo estuviera vacío..esta sensación es horrible. Estar enamorado es horrible. Dougie es..no, Dougie no es horrible, es perfecto.

El teléfono empieza a sonar y me levanto rápidamente.
Miro la pantalla y veo mi número, lo que quiere decir que es él. Tardo varios segundos y al fin contesto:

- ¿Danny? - dice su voz al otro lado.

- Anda, si es el enano..¿qué quieres?

- Yo..bue-bueno, acabo de salir de la cafetería.

- ¿A la una de la noche? Venga ya, Dougie. - digo enfadado - No me jodas.

- ¡Es verdad! He estado con Tom ahí todo el rato..

- Ya, y ahora quieres que vaya a recogerte, ¿no?

- Sss-sí..

- Tienes un morro que te lo pisas. - le reprocho.

- Dijiste que te llamara al terminar..

- Porque soy gilipollas. - digo gritando - Demasiado gilipollas.

Antes de que pueda replicarme, cuelgo.
No quiero saber nada, no quiero escuchar más. ¿A estas horas está abierta una jodida cafetería? Ya, claro.

Aunque..ya me dirás tú que hacían si no..

Dos minutos más tarde me encuentro en el coche camino Londres. Estoy seguro de que Dougie piensa que no voy a ir a por él, he sido demasiado borde por teléfono. Estará asustado, sin saber dónde ir ni qué hacer..y ahora mismo no puedo avisarle de que voy hacia allí.

Cojo velocidad mientras algunas lágrimas recorren mis mejillas.
Definitivamente soy estúpido, y mucho. Estoy llorando porque me da miedo que le pase algo, cuando ya tiene una edad. Pero lo veo tan frágil..como si todo pudiera hacerle daño.

Pasada ya la hora, llego al Starbucks y salgo del coche corriendo.
Miro por todos lados nervioso y lo veo sentado en un banco cercano. Está encogido, con la cabeza entre sus piernas y tiembla superficialmente.
Me acerco despacio y me siento a su lado. No levanta la cabeza, pero lo escucho sollozar. Todo por mi culpa, por ser tan idiota.
Lo abrazo despacio y lo aprieto con fuerza hacia mí.

- Lo siento..he sido un borde.. - le digo - Pero es que te quiero demasiado..

Levanta su cabeza, me mira fijamente y me abraza con fuerza.
Y ahora puedo sentir la confianza y la seguridad de nuevo, el cariño..puedo sentir a Dougie.

Porque sí, lo necesito para ser feliz.

lunes, 25 de abril de 2011

Capítulo veintiseis.

He vuelto con el siguiente capítulo :3
Gracias a las nuevas lectoras *ejem Paula, ejem* y a las que leéis siempre :) Como siempre digo, hace mucha ilusión ver los comentarios que dejáis. Aunque muchas ya no comentan..no sé si porque han dejado de leer *NO DDDDDDD:* o porque no les gusta o qué. xDD
Y eso, a leer e.e

Entramos en un Starbucks, nos pedimos dos cafés bien calientes y nos sentamos en la primera mesa libre.
Hacía tiempo que no iba a una cafetería, y mucho más tiempo que no veía a Tom. Su sonrisa, su mirada de cariño, su confianza con dos simples palabras..estar con él era increíble.

- Bueno dime, ¿y qué tal todo? - me pregunta.

- Eh..bien, no sé. Estoy feliz.

- ¡Wow! Dougie Poynter diciendo que está feliz..tu tía hace milagros. - ríe.

- Sí..mi tía..

Pienso en decirle la verdad, pero no sé cómo podrá tomárselo. No comprenderá que me haya enamorado de Danny, no creerá lo que me dice el pecoso y querrá llevarme a casa, lo sé.
Pero si no le digo las cosas, siento que miento a la mejor persona del mundo, a mi único amigo.

- ¿Me estás escuchando?

- Eh..perdona. - le digo - ¿Tú qué tal? ¿Estás saliendo con la chica esa..?

- Giovanna. - sonríe - Sí, estamos juntos..es perfecta Doug, perfecta.

Comienza a hablarme de ella y sus ojos se vuelven cada vez más brillantes. Se nota a leguas que le gusta, es más, puedo afirmar que está enamorado. Por cómo la define, cómo sonríe y cómo transmite el amor con sus ojos. 

¿Esa cara se me pone a mí al hablar de Danny?

- Y ya está, esa es la historia. - dice.

- Qué bonito..se te ve enamorado. - contesto - Me alegro un montón, ya lo sabes.

- Gracias. - me sonríe - La verdad es que me habría gustado que estuvieras conmigo para ir contándote cada momento..

- Me los has contado ahora.

- Sí, pero no es lo mismo. Y te he necesitado muchas veces.. - dice con la mirada perdida.

Noto su tristeza y pienso en sus palabras.
Tiene razón, como siempre. Seguro que ha pasado malos momentos en los que una tarde como ésta le habría venido genial. Yo debería de haber estado allí, pero no, estaba con Danny.

- Lo siento, de verdad. - le digo - Siento haberme ido así y..

- No pasa nada Dougie, no empieces a exagerar.

- Pensé que estabas enfadado por lo de Harry. - confieso.

- ¿Eh? ¡No, nunca me enfadaría contigo! - dice riendo - Bueno, ¿y tú qué? ¿Has encontrado a alguien especial?

Tom acaba de realizar la pregunta del millón.
Si fuera por mí, le respondería sin ninguna duda que sí, que he encontrado a la persona más increíble y especial del mundo. Le diría que no puedo vivir sin esa persona y que me dan escalofríos cada vez que está cerca. Me gustaría contarle nuestro primer beso, nuestro primer 'te quiero' y sobre todo, nuestra primera vez. 
Me gustaría contarle todo y como siempre, no le contaré nada.

- Eh..bueno..yo..

- Estás nervioso, lo que quiere decir que sí. - ríe Tom - ¡Venga, cuenta!

- Es que..no sé..es algo extraño..

- Dougie por dios, tenemos confianza. ¡Soy Tom, no hay nada más extraño que yo! 

- Aparte de mí.

Reímos y bebo de mi café.
Sé que Tom no me va a presionar, pero ese algo que tiene en su mirada me va a obligar a contárselo todo. Nunca entenderé cómo lo hace, pero con un solo gesto consigue que le cuente hasta el más mínimo detalle.

- Y entonces..

- Vale vale, te lo cuento. - respondo - Pero..promete que no te enfadas.

- ¿Enfadarme? A no ser que estés con Gi en secreto..

Ríe de nuevo y respiro hondo varias veces.
No estoy preparado para soltar algo tan fuerte, y ni si quiera sé si a Danny le molestará que se lo diga. Sólo sé que quiero contarlo, quiero desahogarme y que alguien como mi mejor amigo sepa lo bien que me siento.

- Estoy con un chico. - digo rápido y en un hilo de voz.

- ¿Qué? ¡Felicidades! - me sonríe - ¿Y quién es?

- ¿No te sorprende que sea un chico? 

- No sé Dougie, yo creo que cada uno tiene sus gustos. A mí me gustan las personas, y Gi es una persona maravillosa..por eso la quiero. Si Gi fuera un chico, pues igual. - responde.

- Joder, te envidio. - le digo - Echaba de menos estas conversaciones..

Responde con una sonrisa que me da confianza y se la devuelvo.
Realmente necesitaba esta charla, sentir a alguien como Tom apoyándome y ver que tengo el mejor amigo del mundo.

- Bueno dime, ¿cómo se llama? - pregunta.

- Pues..se-se llama..Danny.

- ¿Danny? Es un nombre bonito. - responde.

Sonríe dejando ver su hoyuelo y por un momento me siento relajado.
Pero esa sensación sólo dura segundos, puedo ver en la mirada de Tom que lo sabe, que ha entendido que ese Danny no es cualquier Danny.

- Sí Tom sí, ¡es Danny Jones! - grito resoplando.

- Sólo quería escucharlo. ¿Me vas a contar la historia?

- Supongo.. - respondo - Sé que es raro, de hecho yo todavía no soy consciente, pero le quiero.

Tom asiente y yo empiezo a contarle toda mi historia con el pecoso.
Dejo atrás algunos detalles como que Harry me engañó y él me secuestró, no quiero que Tom se asuste ni me eche la bronca. 

- Y eso es todo. - digo cogiendo aire.

- ¿Sabes? Sé que piensas que voy a decirte que Danny no me gusta para ti y que te estás equivocando, pero no. - ríe - Todo lo que me has contado..me parece realmente bonito. Si de verdad es como tú dices, no dudo en que está enamorado de ti.

- Gracias, de verdad. Necesitaba a alguien como tú, y me alegro de que te lo hayas tomado así.

Ambos sonreímos, terminamos nuestro café y salimos de la cafetería.
Está oscuro, por lo que miro mi reloj y puedo comprobar que llevamos muchas horas hablando. Son las doce y media, llevo más de dos horas con Tom, y Danny debe estar más que harto.

- ¿Vas a llamar a tu tía, o prefieres que te lleve a tu casa? 

- Nono, no te molestes. - le digo - Puedes irte, yo la llamo y viene en nada.

- Está bien, espero verte pronto..así que te llamaré, ¿vale?

Asiento, le doy un abrazo y lo veo alejarse con una enorme sonrisa. No sé cuándo volveré a verle, pero hoy ha sido un día increíble.
Saco el móvil del bolsillo, cinco llamadas. Seguro que es Danny, porque el número es de una casa. Llamo y tras varios pitidos una voz bastante ronca me contesta.

- ¿Danny? 

- Anda, si es el enano. - responde ahora más alto - ¿Qué quieres?

- Yo..bue-bueno, acabo de salir de la cafetería.

- ¿A la una de la noche? Venga ya, Dougie. - dice enfadado - No me jodas.

- ¡Es verdad! He estado con Tom ahí todo el rato..

- Ya, y ahora quieres que vaya a recogerte, ¿no?

- Sss-sí..

- Tienes un morro que te lo pisas. 

- Dijiste que te llamara al terminar..

- Porque soy gilipollas. - dice gritando - Demasiado gilipollas.

Y me cuelga, sin más.
No me da tiempo a replicar ni a pedir perdón, porque antes de poder abrir la boca, Danny me ha colgado sin oportunidad alguna a seguir hablando.

¿Y si no viene y me deja aquí tirado?

viernes, 22 de abril de 2011

Capítulo veinticinco.

¡Volví!
He tardado un pelín pero..más que tendréis que esperar, porque no tengo nada escrito ._. Intentaré escribir casi todos los capítulos antes del concierto porque después estaré flipada y con exámenes. xD
A leer :3

Llevamos más de una hora metidos en el coche y Danny sigue en silencio.
He pensado todo tipo de sorpresas, pero nunca pensé que estuviera fuera del pueblo. Por un momento creí que íbamos a su casa, pero vamos por un camino que no conozco y mis esquemas están totalmente rotos.

- Danny..¡dame una pista!

- Ni en broma. - me dice - Adivina tú.

- ¡Es que no se me ocurre nada más! Y no me suena el camino..

- ¿Seguro?

Sube el volumen de la radio dejándome pensar y miro por la ventana.
No, el camino no me suena. Ni una casa, ni un bar, ni un cartel..nada. Estoy totalmente perdido y no podré acertarlo nunca.

- Venga, haz memoria. Tienes que saberlo. - afirma el pecoso.

Sigo mirando y entonces veo un cartel: Londres.
Tiene que ser una broma, una visión o un error. Es imposible que Danny me esté llevando a Londres, ¿estamos volviendo a casa?

- ¿Londres? Pero, ¿a dónde vamos?

- Ya te he dicho demasiado. - ríe.

- ¿Me vas a llevar a ver a mi madre? - pregunto histérico.

La sonrisa antes formada en su cara se borra con rapidez.
Creo que no es esa la sorpresa, y a Danny no le ha hecho mucha ilusión que tenga tantas ganas de verla. Es cierto que en este tiempo no se ha preocupado, pero quiero pedirle explicaciones y darle un gran abrazo.

- No. - contesta seco.

- Lo siento, no sabía que te iba a molestar.

- No es eso. - dice aparcando - Es solo que..

Miro por su ventana y hay un enorme cartel.
Sé que no debería dejar de escuchar en este momento pero lo que pone en el cartel me parece demasiado alucinante como para prestarle atención a cualquier otra cosa.
Blink 182, el mejor concierto del año. ¿Te lo vas a perder?

- Dime que eso no es cierto. - digo casi sin respirar.

- Sí..yo..lo siento de verdad..

- ¿Cómo que lo sientes? ¡ES BLINK! Oh dios, oh dios.

- ¿Qué? - pregunta confundido - No me has escuchado, ¿verdad?

Agacho la cabeza y me despeino un poco avergonzado.
Sé que debería de haberlo escuchado pero es que..¡coño, Blink! En un concierto, y yo aquí, al lado.

¿Vamos a entrar en el concierto? Imposible.

- No tienes remedio. - dice riendo - Vamos anda, cojamos nuestro sitio.

- ¿Nuestro qué?

- Tenemos pases vip. - responde sacando dos entradas.

- No me lo puedo creer. Te quiero, y mucho.

Me abalanzo sobre él y le doy un gran abrazo.
Cuando nos separamos, nos quedamos mirándonos un rato sin apartar la vista. No sé qué hacer, aunque me apetece besarlo estamos delante de la gente y..puede que no le guste.

- ¿Piensas besarme ya o qué? - pregunta levantando una ceja.

- ¿Pu-puedo? Hay mucha gente y..

- No me importa la gente enano, que se jodan.

Sonrío y junto mis labios a los suyos.
Danny me corresponde el beso haciéndolo más profundo y acercándome más a él. En momentos así, necesito separarme. Mi cabeza se satura y vienen las imágenes de nuestra primera vez.

Se puede decir que me excito un poquito..

- ¡Venga vamos! - digo tirando de él.

Nos acercamos y puedo ver una cola enorme de jóvenes.
La mayoría son chicas a las que seguramente se les caerán las bragas, pero también hay fans y chicos de mi edad.

Es increíble que yo esté aquí.

- Ven. - dice Danny dándome la mano - Tú y yo vamos por aquí.

Entramos en el recinto ante la atenta mirada de la gente y hay unas diez personas más con pase vip. Por lo visto estas entradas no deben de ser muy baratas si hay tan poca gente.
Me fijo y veo a un grupo de chicos. Creo que son cinco, y aunque hay uno que me parece familiar, de lejos no puedo apreciarlo demasiado bien.

- ¿Te gusta la sorpresa?

- ¿Que si me gusta? ¿Sabes cuánto tiempo llevo esperando venir a un concierto de Blink?
¡Años Dan, años!

- Pues ya no tienes que esperar más. - sonríe.

Nos damos otro beso y comenzamos a esperar.
Según lo que he visto en el cartel, queda más o menos media hora para que mi corazón salga disparado y mi tiempo de vida termine.
Conforme pasan los minutos me voy poniendo más nervioso, y en el momento en el que la gente empieza a entrar, me agobio.

- ¿Estás bien? - pregunta Danny - Te veo pálido.

- Son los nervios..no es nada.

- ¡Tranquilo Doug! No es para tanto..

- Tom, Travis y Mark en primera fila..¡sí es para tanto! - grito.

Él ríe y mira lo nervioso que estoy.
Siento que en cualquier momento voy a vomitar y entonces todo el mundo saldrá corriendo. Hasta mi grupo favorito huirá de mí.

- ¡Cinco minutos! - grita Dan en mi oído.

- Voy a morir. ¿Puedo decirte una cosa antes de hacerlo?

- ¡Claro! Dime.

- Espera, cuando quede un minuto te lo digo. - digo riendo.

Los cuatro minutos más lentos del mundo pasan tras los gritos de la gente. Las luces se encienden y un montón de humo inunda el escenario.
Creo que voy a volverme loco sin haber escuchado ni un acorde cuando Danny me coge el brazo.

- ¡Dougie! ¡Dime eso!

- ¡Ah sí! ¡Que te quiero!

Sus ojos brillan y sus labios sellan a los míos.
Tres ídolos en el escenario, dos sonrisas y una explosión de adrenalina.

Dos horas después, Tom se despide con una de sus guarradas y una carcajada inunda el recinto. Estoy totalmente muerto, y creo que Danny también.
He saltado como nunca, cantado hasta dejarme la voz y sudado como un borrego; a ésto le llamo yo disfrutar.

- ¿Te lo has pasado bien? - pregunta Danny.

- ¿Bien? ¡Genial, increíble, maravilloso! - grito - Enserio, buaffffffff.

- Relájate, que así no pareces mi pollito.

- ¡El pollito sale del cascarón al ritmo de Blink! - respondo provocando su risa.

A los quince minutos estamos fuera, donde puedo ver miles de personas con la misma euforia que yo.
Miro hacia la derecha y veo al mismo grupo de chicos que estaban en primera fila. Me acerco un poco, agudizo la vista y mi corazón se para. Ahora entiendo por qué uno de los chicos me sonaba, claro que lo entiendo.

O estoy soñando, o ese es Tom.

- ¡Danny! - me giro llamándolo.

- Eh, ¿qué pasa? ¿Estás bien?

- Sí, no, no sé. Danny, ¡ese es Tom!

Mira hacia donde señala mi dedo y su cara palidece.
Está más que claro que es él, reconocería su pelo rubio a kilómetros y nunca podría confundir su adorable hoyuelo.

- ¿Vas a ir a verle? - pregunta Dan serio.

- Pues..me gustaría pero..¿te parece mal?

Lo piensa unos segundos y resopla varias veces.
No entiendo por qué, pero al parecer no quiere que vaya a ver a mi amigo.

- Claro que no, ve a verlo. - responde.

- Sé que te molesta, tu cara lo dice todo..

- Doug, es solo que no quiero que me dejes solo. - confiesa - No quiero que ahora te vayas con él a casa y se rompa todo.

- Eso no pasaría nunca idiota. - digo besándole - Ven, acompáñame.

Me acerco despacio y con mis manos entrelazadas a las de Danny.
Entre la emoción del concierto y las ganas de ver a Tom, siento que mi cabeza va a explotar en cualquier instante.

- Perdona. - digo dando dos golpecitos en su hombro.

Tom se gira y me ve allí, al lado de Danny.
Parece no creerlo, porque su boca forma una perfecta "o" y se lleva las manos a la cabeza. Tarda varios segundos en reaccionar, pero finalmente me abraza.

- ¡Dougie! - exclama feliz - Dios mío, dime que no eres un dibujito animado.

- Más quisieras tú. - río - No, soy de carne y hueso. Bueno, más bien hueso.

Reímos juntos y Danny se queda en un segundo plano hasta que Tom desvía su mirada hacia a él. Sé que no comprende nada, y de hecho es lo más normal del mundo. Conociéndole, ahora mismo miles de preguntas pasan por su cabeza.

- ¿Qué haces con Danny? - me susurra.

- Hemos venido al concierto.

- Repito la pregunta: ¿con Danny? - abre mucho los ojos - No entiendo.

- Es una larga historia..

- Ya, lo supongo. - dice - Doug, te he echado mucho de menos..fui a tu casa y tu madre me contó que estabas con tu tía, ¿es cierto?

Mi cara se convierte en un poema y Danny tose nervioso.
¿Mi madre había dicho eso? Ahora entiendo menos que nunca.
Asiento a su pregunta, no quiero meterme en ningún lío sin saber por qué mi madre lo dijo. Seguramente no quería preocuparlo o..no sé, no quiero pensar ahora.

- ¿Y volverás? ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué estás con él? - pregunta nervioso.

- No sé si volveré, me fui porque..lo necesitaba y estoy con Danny porque..porque..

- ¡Porque mi tía también vive aquí! - contesta Danny acercándose a nosotros.

- Eso. Su tía y la mía son amigas y..ya ves. - digo - Ahora nosotros también somos amigos.

- ¿Amigos? - pregunta Danny algo dolido.

Balbuceo letras sin sentido mientras Tom nos mira sin comprender nada.
Sé que hacemos cosas que no hacen los amigos pero..¿acaso no le da vergüenza que lo diga delante de Tom? Lo he dicho por su bien.

- Me voy. - me dice Dan - Quédate con Tom hablando y ya luego llamas a tu tía para que te venga a buscar.

- Pero..mi tía..yo..no me he traído el móvil.

- Toma el mío, llama al fijo. - responde guiñando un ojo. - Nos vemos Tom.

Se va despidiéndose con la mano y me siento bastante mal.
Me ha organizado uno de los mejores días de mi vida y ahora tiene que irse a casa solo para luego volver a por mí. Todo para que me quede hablando con mi único amigo, me siento egoísta.

- Creo que tienes mucho que contar, me lo dicen tus ojos. - ríe Tom - ¿Un Starbucks?

- Perfecto.

Meto el móvil en el bolsillo, Tom se despide de sus amigos y nos dirigimos al Starbucks más cercano, como en los viejos tiempos.
Necesitaba ésto, no recordaba lo bien que se siente una persona cuando está al lado de Tom. Es algo muy reconfortante.

Realmente lo echaba de menos..

lunes, 18 de abril de 2011

Capítulo veinticuatro.

Señoras, here I am.
Lo siento por tardar, como se supone que sabéis, he estado mala ._. Y bueno, ya estoy algo mejor y tengo escritos el 24 y el 25. Pronto escribiré los demás y..¡fin! Muahaha.
¡A leer! :3

Los días pasan rápidos y cada minuto que transcurre parece que siento algo más fuerte por Danny. Hace casi una semana que dimos el gran paso, y por muy increíble que parezca, no hemos vuelto a hacerlo. Ni si quiera hemos mencionado el tema, y sí, viniendo de él se me hace demasiado extraño.

Algo le pasa..

Camino hacia la cocina en busca de su mirada y me encuentro a un pecho desnudo cubierto de pecas y a dos enormes ojos azules mirándome.
Sonrío al verlo y él me devuelve la sonrisa. Viviendo momentos como éste, deseo estar aquí para siempre.

- Buenos días, ¿planes para hoy? - me pregunta.

- Pues..no sé, ¿has pensado algo?

- En cierto modo sí pero..te va a parecer raro.

- ¿Qué es? - pregunto curioso.

Danny agacha la cabeza y me parece que resopla. No entiendo nada, ha sido él mismo quién me ha dicho que tenía un plan raro..es lógico que le pregunte.
Sube de nuevo buscando mi mirada y me contesta bastante serio:

- ¿Podemos sentarnos a hablar antes de salir? Quiero explicarte algo.

Asiento temeroso y nos dirigimos al salón.
Ambos nos sentamos en el sofá bastante cerca, no sé quién de los dos está más nervioso.

Su mirada no me inspira nada bueno..

- ¿Qué pasa? - le pregunto.

- Me gustaría aclararte algunas cosas.

- Pues empieza. - digo rápido.

Mira el vaso de agua que hay en la mesa y se lo bebe de golpe. Señal de que lo que me quiere decir no se acerca para nada a algo bueno.
Se frota las manos varias veces y veo que las tiene sudorosas. ¿Tan grave es lo que tiene que contarme? Empiezo a sentir que todo da vueltas.

- Quiero explicarte por qué estás aquí.

- Te escucho atento. - respondo.

- Verás..¿te acuerdas cuando nos conocimos? - me pregunta mientras asiento - Me llamaste la atención. Me hizo mucha gracia que te pusieras nervioso por el simple hecho de que un chico un poco más mayor que tú fuera por el mismo pasillo a por un libro.

- No ibas a por un libro. - le reprocho - Aparte, ya sabes cómo soy.

- Ya, pero antes no lo sabía. Por eso me hizo tanta gracia. - ríe al recordar.

- Bueno..¿y entonces?

Danny juega de nuevo con sus manos y sigue sudando.
Sé que está nervioso y que estoy siendo muy directo, pero necesito saber por qué me hizo todo ésto. Ahora soy feliz, pero al principio lo pasé demasiado mal sin saber por qué.

- Entonces decidí hacerte aquella broma para que fuéramos amigos. Pero cuando te acorralé, te asustaste y lo que hiciste fue insultarme. - dice - Y no sabes lo mal que me sentó.

- ¿Pero cómo iba a saber yo que querías ser mi amigo? No estoy acostumbrado a tener amigos, y menos que me digan esas cosas.

- Lo sé, lo sé. Pero en ese momento simplemente pensé que eras uno de los niños que van de callados y luego son los peores. - reconoce avergonzado - Por eso decidí investigar un poco sobre ti. Hablé con gente de tu colegio, con tu hermana e incluso un día te seguí hasta casa.

- Un momento, - le interrumpo - ¿que hiciste qué? ¡Pero de qué vas!

Eso último que me ha dicho no me ha sentado nada bien. ¿Por qué fue a mi casa? Bueno, mejor dicho, ¿por qué me siguió? Y eso de hablar con mi hermana..sin comentarios.
Sé que me estoy comportando a la defensiva y que esos fueron tiempos pasados, pero me parece horrible que hiciera todo eso solo por el hecho de haberle dicho que me daba asco.

- Lo siento, de verdad. - dice sin mirarme - Yo solo quería saber cosas sobre ti, descubrir si eras un capullo como yo pensaba.

- ¿Y lo soy?

- Sí, eres un capullo, pero de esos que se convierten en mariposa. - ríe - Nunca entenderé cómo pude pensar esas tonterías de ti.

- ¿Entonces me..secuestraste solo por decirte que me dabas asco? - le pregunto.

- No, la idea vino gracias al día que te seguí hasta casa. Llamaste a la puerta y nadie te abría, por un momento pensé que tus padres pasaban de ti y me sentí satisfecho. - me explica - Creí que tu vida era igual de mierda que la mía y sentí que no estaba solo. Pero diez minutos después llegó tu madre preocupada, con tu hermana cogida de su mano. Escuché cómo te pedía perdón miles de veces y tú reías diciéndole que no pasaba nada, que no llevabas ahí mucho tiempo. ¿Sabes? Sentí envidia.

Me quedo paralizado sin poder hacer ni decir nada.
Recuerdo ese día como si fuera ayer, y ha contado exactamente lo que pasó. Mi madre se preocupó al verme esperándola sentado, pensó que llevaba mucho tiempo ahí fuera y tuve que repetirle lo mismo millones de veces. Lo que no recuerdo es haber visto a Danny por ningún lado, debió de esconderse bastante bien.

Pero..¿envidia?

- ¿Cómo que envidia? - pregunto por fin.

- Eso, envidia. Me di cuenta de lo mucho que tu madre te quiere, y de lo mucho que la quieres tú también a ella. De lo feliz que eras con tu familia, de lo sencillo que era para ti sonreír. - dice con un tono muy bajo - Y entonces ahí estaba yo, el desgraciado al que nadie quería pero todos admiraban. O tenían miedo, como quieras llamarlo. Quería dejar de ser yo para ser tú, y eso me llenó de furia.

- Eres muy idiota, enserio.

- Deja que acabe. - me suplica - Entonces llamé a Harry, le conté todo y le pedí que se hiciera tu amigo. Al principio se negó, me dijo que todo lo que pensaba hacer era demasiado cruel y que me arrepentiría. Como siempre, conseguí que lo hiciera. Y ahora..es cierto que me arrepiento.

- ¿Te arrepientes? Pues yo no. - contesto - Si no lo hubieras hecho, tú y yo ahora no estaríamos..así.

Danny sonríe y me siento mucho mejor. Conseguir sacarle una sonrisa se ha convertido en una de mis aficiones favoritas, hace que me sienta bien.
Veo que sigue jugando con sus manos y coloco mi mano derecha encima de las suyas. Quiero que me sienta, que sepa que estoy aquí y que ya no me importan esos motivos, porque estoy bien. Porque estamos juntos.

- Puede que eso sea cierto. - dice ahora mirándome a los ojos - Pero me jode mucho haberte engañado de esa forma, haberte traído aquí por pura envidia.

- Bueno..pero ya no importa. Me hiciste daño, es cierto; pero lo que estoy sintiendo ahora no lo había sentido nunca. Seguramente, si no fuera por tu envidia nunca habría conocido el significado de la palabra felicidad.

- Exageras. - dice sonrojado - Aquí el que ha salido ganando he sido yo. Te he privado de muchas cosas mientras yo he ganado muchas otras.

Asimilo lo que quiere decir y no encuentro sentido a nada.
Sí, me ha privado de alguna que otra cosa, sobre todo al principio. En esos momentos me lo quitó todo y no me dio nada. Pero ahora todo es distinto, y no pienso que él haya ganado.

- ¿Qué cosas? - pregunto.

- Te he dejado sin tu madre, sin tu hermana y sin Tom. Sin tu cuarto, sin tus pósters, sin tu intimidad. Y en cambio, yo he conseguido cariño, sinceridad, confianza..te he conseguido a ti. Compáralo y dime si tú no te sentirías una mierda.

- Puede, pero yo me siento así fácilmente. - bromeo - Pecoso, ya sabes que estoy feliz ¿vale? Me alegra saber el motivo, de hecho siempre he querido saberlo pero..ya está. Ahora que lo sé no quiero hablar más de ello.

- Pero..

- ¡Que no! - le interrumpo.

- Hay otra cosa..

- No más chorradas ni arrepentimientos Dan, por favor.

Le callo con un beso y recibo su sonrisa de recompensa.
Sonrisa de las sinceras, esas en las que enseña todos sus dientes y se le arruga la nariz. Esas que hacen que el mundo se pare.

- Bueno, ya está todo hablado. ¿Salimos?

- Claro, tengo una sorpresa que te va a encantar. - responde aún sonriendo.

- ¿Cuál?

- Ah, secreto. - ríe - Vamos rápido y te enterarás antes.

Le pego un suave golpe en el brazo y suelta una de sus carcajadas.
Sabe que las sorpresas me gustan muchísimo, pero la intriga y los nervios me pueden. Saber que tienen algo preparado para mí, que pronto lo veré y no tener la más mínima idea de qué es, me pone histérico.

- ¿Vienes o qué? - pregunta abriendo la puerta.

- ¡Claro! ¡Quiero saber ya qué se te ha ocurrido ahora!

- No creo que te lo puedas imaginar.

Me da un beso rápido y salimos de la casa.
Nos montamos en el coche, nos ponemos los cinturones y Danny pone un poco de música. Y cuando hace que la radio inunde nuestros oídos, quiere decir que no piensa decirme nada hasta que lleguemos.

Quién sabe, a lo mejor consigo sacarle alguna pista..

viernes, 8 de abril de 2011

Capítulo veintitrés.

He vuelto rápido por culpa de Sara ¬_¬
Y bueno, llega el capítulo poRnes. Espero que no os asustéis, decepcionéis, disgustéis ni salgáis corriendo. Que aunque lo mío no es escribir cosas de estas, tampoco creo que sea para que huyáis. xDDD Ah Celia, ¡he puesto lo que me dijiste un día como te prometí! :)
So..hope you like it! :3 (Y comentad, bichos. Que quiero saber opiniones)

Comemos tranquilamente mientras la mirada de Danny me traspasa.
Desde que hemos bajado de la habitación, no ha parado de mirarme ni un segundo. Y puedo decir que esta mirada no me gusta, me asusta. Y me asusta porque no consigo descifrar su significado.

¿Decepción? ¿Tristeza? ¿Maldad?

Intento romper el silencio, pero no sé qué decir. No quiero que Danny note lo incómodo que estoy, así que me limito a comer lo más rápido posible.
Quiero salir de la cocina e ir a un sitio con un poco más de aire, porque aquí parece que me falta.

- ¿Estás bien? - me pregunta.

- Eh..sí. Es solo que..no hablas.

- Ya, es que estaba pensando.

- ¿En qué? - pregunto curioso.

Dos segundos después de formular la pregunta, me arrepiento.
Me arrepiento porque sé perfectamente en qué piensa, y no me apetece que volvamos al mismo tema de conversación.

- En nosotros. - dice - ¿No te parece raro?

- ¿El qué? ¿Nuestra relación? Sí, muy rara.

- Es que..¡joder! - ríe - Todavía no entiendo cómo lo hiciste.

- ¿Yo? ¿Hacer qué?

- Enamorarme. - contesta sonriendo.

Agacho la cabeza muerto de vergüenza y él busca mi mirada.
Sabe que ahora mismo me gustaría esconderme debajo de la tierra y que nadie me encontrase, pero me busca para darme seguridad.

- Sueno cursi. - dice - Qué asco.

- Yo soy cursi, y a ti no te doy asco. ¿O sí?

- Voy a ignorar eso último. - me responde - Si me dieras asco, no tendría ganas de que diéramos un paso más.

Genial, el tema ha vuelto.
Sabía que tarde o temprano sacaría la conversación, por muy odiosa que me parezca.

- Danny, yo..

- Sí, ya lo sé, tú no quieres darlo. - dice mirando a otro lado.

- No es eso, es solo que..no quiero decepcionarte.

- Inseguridad. ¿No estás cansado de esa palabra? Porque yo sí. - dice volviéndome a mirar - Dougie, déjala de lado y haz lo que de verdad te apetece. Olvídate del mundo, solo estamos tú y yo..y sabes que no me decepcionarás.

Sus palabras me dejan sin nada que decir.
Sí, yo también estoy cansado de esa inseguridad que lleva desde que nací a mi lado, pero no puedo hacer nada por apartarla. A veces pienso que sí, que la he vencido y puedo hacer las cosas sin que nadie me pare. Pero luego vuelve a mi cabeza y todo se va a la mierda, eso pasa siempre.

- ¿Cómo estás tan seguro? - pregunto.

- Porque te quiero. Y hablando claro, no espero el mejor polvo de mi vida, simplemente quiero que demos un paso más. Quiero demostrarte que voy enserio.

- Yo también quiero pero..

- Deja los peros, - dice - podemos intentarlo y si no te sientes bien paramos. No quiero que te sientas obligado, es solo si quieres.

Asiento sin pensarlo demasiado y Danny sonríe mientras lleva los platos al fregadero.
Yo quiero hacerlo, sí. Quiero dar ese paso y sentir que de verdad somos uno. Por eso no lo pienso, porque no quiero que mi estúpida vocecilla mental rompa la magia del momento.

Danny me mira y sin decir nada, subimos a su habitación. Para mi sorpresa, está bastante limpia, estoy seguro de que su madre la ha limpiado.
Nos sentamos en la cama y comienzo a ponerme nervioso. ¿Qué hago ahora? Yo no nací para ésto, claro que no.

- Tranquilo - dice acariciando mi mejilla - iremos poco a poco.

Me habla como si estuviera acostumbrado, como si no estuviera tan perdido como yo. Y eso me pone aún más nervioso, ya que yo no soy capaz de comportarme así.

Danny decide acortar distancias para empezar, cosa que me pilla por sorpresa. Sus labios se apoderan de los míos y mi boca es su presa. Me besa suave, pero con fuerza. Como si quisiera que este momento no acabara nunca, como si no hubiera mañana pero sin querer hacerme daño alguno.

Pone un poco más de intensidad y abro mis labios para empezar la lucha de lenguas. Sonríe contra ellos y devuelvo la sonrisa. Me siento demasiado bien ahora mismo, creo que va a funcionar, lo creo de verdad.
Se separa de mi boca dejándome ver sus ojos brillantes, pero brillantes de felicidad. Sé que siente exactamente lo mismo que yo en este momento, y puedo afirmar que es genial.

- Entonces.. - dice.

- No preguntes más, estoy seguro. - le respondo sonriendo.

Me besa de nuevo, pero esta vez un beso corto que me deja con ganas de más.
Se echa hacia atrás quedando en el centro de la cama y se quita la camiseta. Pecas, pecas y más pecas. Eso es lo único que puedo ver ahora, y me gusta.
Me acerco a él sonriendo y sigo sus pasos quitándome también la misma prenda. Sonríe y una sensación de tranquilidad recorre todo mi cuerpo.

Es la primera vez que alguien no me mira con asco..

Decido tomar un poco de iniciativa y me acerco a él provocando otro beso. Y otro, y otro, y miles más.
Danny me tumba delicadamente y se echa un poco encima de mí. Comienza besando mi frente, mis mejillas e incluso mi nariz mientras yo río como un niño pequeño. Continúa rozando suavemente sus labios con los míos y va directamente a mi cuello, movimiento que hace que uno de mis característicos escalofríos recorra mi cuerpo.

Va dejando besos por todos los sitios posibles, haciendo el recorrido varias veces.
Escalofríos, descargas eléctricas, sensaciones demasiado increíbles para una sola persona. Eso es lo que siento ahora mismo, felicidad.
Danny sube y me roba otro beso, provocando la sonrisa más enorme que nadie haya visto nunca.

Decido que es mi momento, que aunque no tenga experiencia debo hacer algo para demostrar que estoy dejando de lado a mi inseguridad.
Giro su cuerpo dejándolo a él debajo y pego mi frente a la suya, mirándole directamente a los ojos. Éstos piden a gritos más besos, más pasión. Danny quiere que continúe y no voy a tardar en hacerlo.

Hago lo mismo que él, dejando besos por todos los sitios descubiertos.
Cuando llego a su ombligo, subo la cabeza para poder ver su enorme sonrisa. Pienso que debo sorprenderle, por eso le desabrocho el pantalón con delicadeza.

Y quien dice delicadeza, quiere decir torpeza.

Paso más tiempo del necesario quitándole el pantalón, y por un momento creo que Danny se va a reír de mí, pero hace todo lo contrario. Se incorpora y me recompensa con un beso, demostrándome que confía en mí y que quiere que sigamos.
Aprovecha la situación y vuelve a dejarme bajo su control, como a él le gusta. Y para qué negarlo, a mí también.
Me desabrocha el cinturón y baja mi pantalón con bastante más rapidez que yo. Ahora ambos estamos en la misma situación, con las mismas prendas uno frente al otro.

Tira los pantalones al suelo dejándolos como decoración y hace el recorrido del principio, esta vez mientras acaricia mis piernas.
Sin haber hecho nada del otro mundo, está provocando que mi corazón vaya cada vez más rápido, demasiado para mi gusto. Besa mi pecho y lo nota.

- Joder, que rápido te late el corazón. ¿Quieres seguir?

- Sí, tú tranquilo. Estoy bien. - miento.

Bien es poco para como estoy ahora mismo, y eso que acabamos de empezar.
Danny me sonríe, me besa con fuerza y se centra en dejar una marca en mi cuello. Le agarro del pelo y no puedo evitar algunos suspiros.
Eso hace que Danny se excite y seguidamente baja su mano acariciándome despacio todo el cuerpo. Más escalofríos, más calor, más ganas de seguir.
Llega al elástico de mis bóxers y siento que mi cabeza va a explotar. Ha llegado a la zona sensible y sé que va a entrar en ella sin pedir ningún permiso.

Y así lo hace. Cuando quiero darme cuenta, Danny ha colado su mano por mi prenda y me masajea al ritmo de sus besos. Lo único que puedo hacer es contenerme para no gritar y agarrarle más fuerte del pelo mientras él hace su parte.
Cuando menos me lo espero, deja mi cuello de lado y tira al suelo mi última prenda. Ahí es cuando entiendo que no estamos en las mismas condiciones, por lo que procedo a quitarle a él los suyos.

Me incorporo y él se aleja.
Mi cara debe de ser bastante graciosa, porque una de sus carcajadas se apropia de la habitación. ¿Qué se supone que está haciendo? No entiendo por qué huye de mí.
Sigo acercándome, y cuando parece que por fin se deja, vuelve a salir corriendo. Esta situación me está poniendo nervioso.

- ¿Qué haces? - pregunto alterado.

- Nada. - ríe - Ven a por mí.

Resoplo y Danny sonríe de medio lado mientras se queda totalmente quieto. No sé si acercarme, no quiero que huya otra vez.
Al ver que sigue igual, me acerco despacio, y cuando por fin llego a su altura, le acorralo contra la pared. Besos, besos y más besos.
Pego mi cuerpo al suyo y Danny gime. Noto que se ha excitado aún más. Me aparta y se quita la única prenda que quedaba en su cuerpo, con prisa.
Me quedo parado, me he bloqueado y ahora mismo no sé qué hacer.

- ¿Vamos? - pregunta señalando la cama.

Dejo la mente en blanco y me tiro literalmente encima de él. Sé que le gusta, porque sonríe como un niño pequeño el día de Navidad.
Decido no dejar que tome el control y concentrarme en su disfrute, creo que él ya ha hecho bastante por ahora.
Bajo mi mano lentamente mientras dejo rastros de saliva por todas las pecas de su pecho. Me encantaría contarlas una a una, pero no acabaría en la vida.
Danny me agarra la cabeza de forma casi superficial, y cuando mi mano comienza a jugar ahí, puedo notar cómo su corazón late con más fuerza.

Estamos un rato así hasta que él decide que es el momento.
Para mi mano y me obliga a subir para recibirme con un nuevo beso. Esta vez brusco, lleno de ganas y con mucha fuerza. Un beso que hace que se me remueva todo el estómago.
Empiezo a ponerme nervioso y las manos me sudan cada vez más. Puedo asegurar que la mezcla entre nerviosismo y excitación no es nada buena.

- Doug, si quieres podemos parar aquí..

- ¿De verdad? - digo intentando asustarle.

- Sí..

- Pero tú..

- Si fuera por mí, te suplicaría que no me dejaras así. - dice señalando su miembro - Pero si no estás cómodo..

Río y muestra una mueca de incomprensión.
Está loco si piensa que quiero parar ahora, justo cuando estamos a punto de ser uno y cuando estoy más excitado. Está totalmente loco.

- Eres idiota. - digo besándole - ¿Cómo voy a querer parar?

Se encoge de hombros y vuelve a la posición de ataque.
Él encima, besándome con fuerza, acariciándome con dulzura. Huellas que demuestran que Danny ha pasado por todo mi cuerpo.
Vuelve a girar nuestros cuerpos, quedándonos de lado. Su pecho pegado a mi espalda, sus manos cogidas a las mías y los latidos de nuestros corazones al mismo compás.

- Creo que es el momento. - susurra en mi oído.

Mi piel se eriza y él deposita un fugaz beso en mi nuca.
Asiento, yo también creo que lo es. Yo también estoy asustado y yo también lo estoy deseando.
Se pega un poco más a mí y deja besos por todas partes, preparándome así para lo que viene. Pasa su mano rodeando mi cintura y la sube hasta llegar a mi cara. Acaricia mi mejilla suavemente y va bajando la mano hasta llegar ahí de nuevo. Me gustaría hacer algo, pero me siento tan bloqueado que prefiero disfrutar del momento.

Tras varios minutos preparándome, puedo sentirlo. Siento ese instante en el que estamos siendo uno; suave, sin prisa, con cariño.
Danny gime en mi oído haciendo que el calor de mi cuerpo aumente. Comienza a moverse muy lentamente y los suspiros que salen de mí cada vez son más altos.

- Danny.. - gimo su nombre sin quererlo.

Me doy cuenta de que cada vez que pronuncio su nombre, él aumenta la velocidad del movimiento.
Siento su respiración acelerada en mi cuello, mi mano apretando con fuerza la suya y sensaciones increíbles. Parece que estoy en el cielo, y la verdad es que no quiero bajar nunca.

No hacen falta muchos movimientos más, cuando ambos llegamos al orgasmo. No puedo pensar, no puedo sentir más de lo que siento ahora. Solo puedo afirmar que lo último que he escuchado ha sido mi nombre viniendo de él, y que lo último que he dicho ha sido el suyo.

Danny y Dougie. Dougie y Danny.

Se aparta con cuidado y se tumba mirando al techo mientras recupera el ritmo normal de respiración. Hago lo mismo, pero el techo no me parece nada interesante, por lo que desvío mi mirada hacia él.
Danny se agarra el pecho, respira con fuerza y no expresa nada con su cara. ¿Le habré decepcionado como temía al principio?

- ¿Te-te-te pasa algo? - le pregunto nervioso sin apartar la mirada.

- La verdad es que sí.

Mierda, mierda, mierda. Lo sabía. 

Un fuerte golpe se apodera de mi pecho y el miedo a su respuesta se hace presente.
No le ha gustado, está más que claro pero..quiero saber qué piensa.

- ¿Y qué es?

- Que cada día me gustas más. - dice mirándome.

- ¿No te he decepcionado?

- Qué pesado eres Doug. - responde - Ha sido perfecto, ¿entiendes? PERFECTO.

Muestro una gran sonrisa y Danny me la devuelve.
No sabría explicar qué siento ahora, porque todas las palabras buenas del mundo se quedarían demasiado cortas.
Me acerco a su oído y le digo:

- Me gustaría que algún día le gritaras al mundo que me quieres.

- Te quiero. - me susurra.

- ¿Por qué me lo dices al oído?

- Porque me has dicho que se lo grite al mundo, y tú eres el mío.

Un gran escalofrío recorre mi espalda y siento el impulso de besarlo. Así lo hago, junto mis labios a los suyos y él pasa su brazo por mi cintura, abrazándome.
De lo cursi que puede llegar a ser la situación, parece que las paredes hablen y digan un sonoro "aaaaaaaaaaawn" al unísono. Todo es demasiado perfecto, más que nunca.

Acabo de vivir el mejor día de mi vida.

jueves, 7 de abril de 2011

Capítulo veintidós.

Aquí está el capítulo, lo subo por miedo a las amenazas y porque ya es hora. xDD
Y antes del Domingo tendré que escribir/subir el siguiente, so..¡a leer! :3


Ayer Danny y yo nos quedamos viendo una película y la imagen que puedo presenciar en este momento me gusta demasiado. Mi cabeza está encima de su hombro, y puedo ver su cara de niño pequeño mientras duerme. Es terriblemente adorable.

Si hasta parece bueno y todo..

Suena el despertador y Danny abre los ojos lentamente.
Me mira, le miro, nos miramos. Puedo decir que tiene una de las miradas más sinceras que he visto nunca.

- Buenos días. - me dice frotándose los ojos.

- Hola. - sonrío.

Espero a que se aparte, pero en vez de eso, se acurruca más cerca de mí. Me aprieta contra él y me sonríe ampliamente mientras yo intento seguir vivo.

Acuérdate de que hay que respirar.

- ¿Qué pasa? - le pregunto.

- Nada. Necesitaba sentirte cerca.

Me sonrojo y bajo la mirada.
Puedo ver su mano jugando con la mía, acariciándola como si fuera única, de cristal. Puedo sentir miles de mariposas en mi estómago y terribles escalofríos por todo el cuerpo. Empiezo a pensar que Danny me gusta de verdad, y no sé si eso es bueno.

- He pensado que podríamos ir hoy a mi casa. - me dice - Seguro que Vicky quiere verte.

- ¡Perfecto! Ya sabes que me encanta tu hermana.

- ¿Más que yo? - pregunta haciéndose el enfadado.

- No lo dudes.

Danny abre la boca formando una circunferencia y se cruza de brazos.
Intenta esconder su sonrisa y pone una mueca típica de un niño pequeño al que no le dan lo que pide.

- Estás muy gracioso así. - le digo.

- Pues a mí no me hace gracia. ¿Enserio prefieres a mi hermana?

- ¡Sabes que no!

- Ah, me creía. - contesta sonriendo.

Se acerca y me besa.
Uno de esos besos rápidos que te dejan con ganas de más, pero que aún así, te hacen sentir cosas increíbles.

- ¿Nos vamos a ir ya? - le pregunto.

- Sí, voy a ducharme y nos vamos. ¿Te parece bien?

- Por supuesto.

Sonrío y observo cómo entra en el baño.
Comienzo a pensar en todo lo que está pasando y llego a la conclusión de que estoy perdido. Me estoy metiendo en algo muy gordo y a este paso no voy a poder salir. ¿Hace cuánto tiempo que no hablo con mi madre o con mi hermana? Demasiado.

Aunque a ellas tampoco les ha importado mucho..

Cojo un cojín que tengo al lado y lo aplasto, es mi forma de desahogarme. No quiero llorar en un día como hoy, estoy cansado de tirar lágrimas cuando no es necesario.
Hoy lo pasaré genial con Danny y veré a Vicky, ya está. No hay nada más que pensar.

- ¿Listo? - pregunta Dan desde la puerta.

- ¿Cómo has sido tan rápido?

- ¿Rápido? Dougie, llevas media hora metido en tu mundillo. - ríe.

Increíble, el tiempo en esta casa pasa más rápido de lo normal.
Salimos y un sol deslumbrante me ciega. Al parecer hoy va a ser un gran día, de esos que no se olvidan fácilmente.

- Hoy conocerás a mi madre. - me dice entrando en el coche.

- Ah..guay.

No sé qué decir. ¿Conocer a la madre de Danny?
Puede que para un amigo normal sea simplemente decir hola a la mujer que le dio vida al pecoso hace años, pero para mí significa mucho más.
Empiezo a ponerme nervioso y las manos me sudan.

- Eh, no estarás nervioso, ¿no? - pregunta mirándome.

- Pues..un poco.

- Es mi madre, no muerde. - ríe - El único de la familia que puede morderte soy yo, tranquilo.

Me muestra una sonrisa pícara y mis mejillas arden.
Es increíble la capacidad que tiene para hacer que mi cara se vuelva de otro color y mi garganta queme. Es horrible.

No pasa nada, ya queda poco para llegar.

Cinco minutos más en silencio y estamos en casa de Danny. Exactamente como la recordaba, pero esta vez sin Vicky esperándonos en la puerta.
Salimos del coche y Danny se pone delante indicándome el camino. Los nervios vuelven a mí y por un momento siento que me voy a desmayar.

Uno, dos, uno, dos. Respira.

- ¡Danny! - le grita una mujer abrazándolo.

- Hola mamá. - responde él sonriendo.

- Oh, traes un amigo. Tú eres..

- Do-dougie, encantado. - me presento con mi mejor sonrisa.

- Yo Kathy.

Me sonríe y me siento un poco más tranquilo.
Entramos en la casa y me quedo impresionado. Es enorme, está bastante bien decorada y totalmente limpia. Danny no se parece en nada a su madre, desde luego que no.

- ¿Y Vicky? - pregunta Dan - Doug tiene ganas de verla.

- Pues estará en su cuarto con los cascos, ya sabes cómo es.

- Ya, está sorda.

Ambos ríen y Danny sube las escaleras en busca de su hermana.
Me quedo en el pasillo esperando hasta que él me hace unas señas, quiere que suba.

- ¿Te piensas quedar ahí? ¡Vamos!

- Eh, yo qué sé..me da vergüenza invadir tu casa. - le contesto.

- Ay..pollito.

Un momento, un momento. Necesito una pausa..¿pollito? Genial, otro mote nuevo para la gran lista.

Llegamos arriba y entramos en la segunda habitación, así, sin llamar. Dentro está Vicky con los cascos puestos, cantando y saltando como loca.
Ante la situación tan graciosa que tengo ante mis ojos, me empiezo a reír descontroladamente. Danny me mira y al parecer se contagia de mi risa, porque empieza a reírse igual.

- ¡Eh, cabrones! - grita Vicky - ¿Os reís de mí?

Danny asiente sin parar de reír y yo intento contenerme.
Hacia tiempo que no me reía tanto, por eso me gusta Vicky. Me da confianza, seguridad y me hace sentir bien. Se nota que es la hermana de Danny.

- Dios mío, si te vieras..

- Calla pecoso. - dice acercándose a mí - ¡Dougie, has venido!

Me abraza y sonrío ampliamente.
Vicky es una de esas personas con las que es imposible no sonreír todo el rato, transmite felicidad por todas partes.

- Sí, tenía ganas de verte. - le digo.

- ¡Awwwwwwwn! Danny, sin duda Dougie es lo mejor del mundo.

Me sonrojo y espero su contestación.
Puede que no diga nada o que su respuesta no me guste, pero quiero saber qué piensa respecto a eso.

- Lo sé. - dice él.

- Oh dios, Danny tiene fiebre. ¡Ha reconocido algo! - ríe ella.

- Eres idiota, encima..Dougie, consuélame.

Se acerca a mí haciendo pucheritos y no puedo evitar reírme.
Me abraza fuerte, me da un beso en el cuello y mira a Vicky con cara de niño pequeño sin soltarse de mí. Una situación que nunca me habría imaginado, pero que me gusta.

- ¿Puedo deciros algo? Me encantáis, enserio. Es que sois tan cuquis juntos..yo os quiero de peluches para mi cuarto.

Danny y yo reímos al unísono cuando la puerta se abre.
La madre de Danny nos mira extrañada y él se aparta rápidamente de mí.

- Chicos, me tengo que ir. - dice - Os dejo la comida hecha.

- ¡Perfecto! - responden Vicky y Danny a la vez.

- Hasta luego Dougie, espero verte pronto. - me dice sonriendo.

Le devuelvo la sonrisa y Vicky me mira de una forma bastante rara.
Primero a mí, luego a Danny, a mí, a Danny. Hace el recorrido varias veces mientras el pecoso y yo la miramos extrañados. ¿Qué estará planeando?

- Que..he pensado..mejor me voy. Os dejo solos.

Remarca esa palabra y le guiña un ojo a Danny.
Éste, por primera vez, se sonroja delante de mí. Nunca había visto a Danny sintiendo la más mínima vergüenza hasta hoy, y quiero saber por qué.

- Así que..divertíos mucho. - dice - Adiós Doug, adiós hermanito.

Nos da dos besos y un abrazo a cada uno, y se va bastante feliz.
Me gustaría saber qué ronda por su cabeza, y sobre todo, qué ronda por la de Danny. ¿Y si ya ha terminado toda la magia y es el momento en el que el Danny que conocí vuelve?

Qué dices Dougie, eso no.

- ¿A qué se refería tu hermana? - pregunto directo.

- Pues..a que hagamos cosas juntos.

- ¿Me vas a matar y luego me tirarás a la basura a pedazos?

- Joder enano, ves muchas películas. - ríe - Me refiero a cosas más..íntimas.

Miedo.
Creo que empiezo a entender por dónde va la cosa y no quiero. Bueno, no es que no quiera pero..no estoy preparado, para nada.

Espera, ¿qué mierda estás pensando? A lo mejor se refiere a otra cosa.

- ¿Como cuáles? - le pregunto.

- No te hagas el tonto, sabes perfectamente a qué me refiero.

- Ya, pero espero que no sea eso. - respondo serio.

La cara de Danny cambia dejando ver decepción en ella.
Ahora mismo me asusta la idea de que estemos en su casa, solos y sin nadie que en un momento dado me pueda ayudar. No quiero decir que me vaya a hacer nada pero..¿y si se vuelve loco?

Vale ya, estás delirando.

- Pollito, ¿me estás escuchando? - me pregunta pasando su mano por delante mía.

- Eh..no. Perdón, perdón. ¿Qué me estabas diciendo?

- Que si no quieres hacerlo te entiendo, es normal. - dice.

- Ya sabes que yo nunca..

Danny sonríe levemente y asiente sin decir nada.
Se acerca, pone su dedo índice en mis labios y me calla con un beso. No sé si intenta tantear el terreno, pero tengo que evitarlo.

- Yo tampoco lo he hecho nunca con un chico así que..estamos en las mismas. - dice besándome otra vez.

- No, sabes que no. Tienes experiencia, yo no tengo nada. - respondo.

- No empieces con las inseguridades Doug, ya sabes que yo también tengo miedo..

- Me has dicho que me entiendes. - le digo girando la cara.

Él resopla y se pone delante de mí.
Me agarra de la barbilla y me observa como si nunca me hubiera visto, detalle por detalle. Niega varias veces con la cabeza y me besa. Pero esta vez es un beso un poco más brusco, más intenso. Un beso que me gusta más de lo que me suelen gustar los de todos los días.

- Danny. - digo separándome - De verdad, para. Que no puedo.

- Está bien. ¿Bajamos a comer?

Asiento y me coge la mano tirando de mí hacia la cocina.
Sé que es posible que le haya decepcionado un poco, pero estoy casi seguro de que no es el momento.

Espera, ¿por qué he dicho casi seguro? Debería estar completamente seguro..