lunes, 18 de abril de 2011

Capítulo veinticuatro.

Señoras, here I am.
Lo siento por tardar, como se supone que sabéis, he estado mala ._. Y bueno, ya estoy algo mejor y tengo escritos el 24 y el 25. Pronto escribiré los demás y..¡fin! Muahaha.
¡A leer! :3

Los días pasan rápidos y cada minuto que transcurre parece que siento algo más fuerte por Danny. Hace casi una semana que dimos el gran paso, y por muy increíble que parezca, no hemos vuelto a hacerlo. Ni si quiera hemos mencionado el tema, y sí, viniendo de él se me hace demasiado extraño.

Algo le pasa..

Camino hacia la cocina en busca de su mirada y me encuentro a un pecho desnudo cubierto de pecas y a dos enormes ojos azules mirándome.
Sonrío al verlo y él me devuelve la sonrisa. Viviendo momentos como éste, deseo estar aquí para siempre.

- Buenos días, ¿planes para hoy? - me pregunta.

- Pues..no sé, ¿has pensado algo?

- En cierto modo sí pero..te va a parecer raro.

- ¿Qué es? - pregunto curioso.

Danny agacha la cabeza y me parece que resopla. No entiendo nada, ha sido él mismo quién me ha dicho que tenía un plan raro..es lógico que le pregunte.
Sube de nuevo buscando mi mirada y me contesta bastante serio:

- ¿Podemos sentarnos a hablar antes de salir? Quiero explicarte algo.

Asiento temeroso y nos dirigimos al salón.
Ambos nos sentamos en el sofá bastante cerca, no sé quién de los dos está más nervioso.

Su mirada no me inspira nada bueno..

- ¿Qué pasa? - le pregunto.

- Me gustaría aclararte algunas cosas.

- Pues empieza. - digo rápido.

Mira el vaso de agua que hay en la mesa y se lo bebe de golpe. Señal de que lo que me quiere decir no se acerca para nada a algo bueno.
Se frota las manos varias veces y veo que las tiene sudorosas. ¿Tan grave es lo que tiene que contarme? Empiezo a sentir que todo da vueltas.

- Quiero explicarte por qué estás aquí.

- Te escucho atento. - respondo.

- Verás..¿te acuerdas cuando nos conocimos? - me pregunta mientras asiento - Me llamaste la atención. Me hizo mucha gracia que te pusieras nervioso por el simple hecho de que un chico un poco más mayor que tú fuera por el mismo pasillo a por un libro.

- No ibas a por un libro. - le reprocho - Aparte, ya sabes cómo soy.

- Ya, pero antes no lo sabía. Por eso me hizo tanta gracia. - ríe al recordar.

- Bueno..¿y entonces?

Danny juega de nuevo con sus manos y sigue sudando.
Sé que está nervioso y que estoy siendo muy directo, pero necesito saber por qué me hizo todo ésto. Ahora soy feliz, pero al principio lo pasé demasiado mal sin saber por qué.

- Entonces decidí hacerte aquella broma para que fuéramos amigos. Pero cuando te acorralé, te asustaste y lo que hiciste fue insultarme. - dice - Y no sabes lo mal que me sentó.

- ¿Pero cómo iba a saber yo que querías ser mi amigo? No estoy acostumbrado a tener amigos, y menos que me digan esas cosas.

- Lo sé, lo sé. Pero en ese momento simplemente pensé que eras uno de los niños que van de callados y luego son los peores. - reconoce avergonzado - Por eso decidí investigar un poco sobre ti. Hablé con gente de tu colegio, con tu hermana e incluso un día te seguí hasta casa.

- Un momento, - le interrumpo - ¿que hiciste qué? ¡Pero de qué vas!

Eso último que me ha dicho no me ha sentado nada bien. ¿Por qué fue a mi casa? Bueno, mejor dicho, ¿por qué me siguió? Y eso de hablar con mi hermana..sin comentarios.
Sé que me estoy comportando a la defensiva y que esos fueron tiempos pasados, pero me parece horrible que hiciera todo eso solo por el hecho de haberle dicho que me daba asco.

- Lo siento, de verdad. - dice sin mirarme - Yo solo quería saber cosas sobre ti, descubrir si eras un capullo como yo pensaba.

- ¿Y lo soy?

- Sí, eres un capullo, pero de esos que se convierten en mariposa. - ríe - Nunca entenderé cómo pude pensar esas tonterías de ti.

- ¿Entonces me..secuestraste solo por decirte que me dabas asco? - le pregunto.

- No, la idea vino gracias al día que te seguí hasta casa. Llamaste a la puerta y nadie te abría, por un momento pensé que tus padres pasaban de ti y me sentí satisfecho. - me explica - Creí que tu vida era igual de mierda que la mía y sentí que no estaba solo. Pero diez minutos después llegó tu madre preocupada, con tu hermana cogida de su mano. Escuché cómo te pedía perdón miles de veces y tú reías diciéndole que no pasaba nada, que no llevabas ahí mucho tiempo. ¿Sabes? Sentí envidia.

Me quedo paralizado sin poder hacer ni decir nada.
Recuerdo ese día como si fuera ayer, y ha contado exactamente lo que pasó. Mi madre se preocupó al verme esperándola sentado, pensó que llevaba mucho tiempo ahí fuera y tuve que repetirle lo mismo millones de veces. Lo que no recuerdo es haber visto a Danny por ningún lado, debió de esconderse bastante bien.

Pero..¿envidia?

- ¿Cómo que envidia? - pregunto por fin.

- Eso, envidia. Me di cuenta de lo mucho que tu madre te quiere, y de lo mucho que la quieres tú también a ella. De lo feliz que eras con tu familia, de lo sencillo que era para ti sonreír. - dice con un tono muy bajo - Y entonces ahí estaba yo, el desgraciado al que nadie quería pero todos admiraban. O tenían miedo, como quieras llamarlo. Quería dejar de ser yo para ser tú, y eso me llenó de furia.

- Eres muy idiota, enserio.

- Deja que acabe. - me suplica - Entonces llamé a Harry, le conté todo y le pedí que se hiciera tu amigo. Al principio se negó, me dijo que todo lo que pensaba hacer era demasiado cruel y que me arrepentiría. Como siempre, conseguí que lo hiciera. Y ahora..es cierto que me arrepiento.

- ¿Te arrepientes? Pues yo no. - contesto - Si no lo hubieras hecho, tú y yo ahora no estaríamos..así.

Danny sonríe y me siento mucho mejor. Conseguir sacarle una sonrisa se ha convertido en una de mis aficiones favoritas, hace que me sienta bien.
Veo que sigue jugando con sus manos y coloco mi mano derecha encima de las suyas. Quiero que me sienta, que sepa que estoy aquí y que ya no me importan esos motivos, porque estoy bien. Porque estamos juntos.

- Puede que eso sea cierto. - dice ahora mirándome a los ojos - Pero me jode mucho haberte engañado de esa forma, haberte traído aquí por pura envidia.

- Bueno..pero ya no importa. Me hiciste daño, es cierto; pero lo que estoy sintiendo ahora no lo había sentido nunca. Seguramente, si no fuera por tu envidia nunca habría conocido el significado de la palabra felicidad.

- Exageras. - dice sonrojado - Aquí el que ha salido ganando he sido yo. Te he privado de muchas cosas mientras yo he ganado muchas otras.

Asimilo lo que quiere decir y no encuentro sentido a nada.
Sí, me ha privado de alguna que otra cosa, sobre todo al principio. En esos momentos me lo quitó todo y no me dio nada. Pero ahora todo es distinto, y no pienso que él haya ganado.

- ¿Qué cosas? - pregunto.

- Te he dejado sin tu madre, sin tu hermana y sin Tom. Sin tu cuarto, sin tus pósters, sin tu intimidad. Y en cambio, yo he conseguido cariño, sinceridad, confianza..te he conseguido a ti. Compáralo y dime si tú no te sentirías una mierda.

- Puede, pero yo me siento así fácilmente. - bromeo - Pecoso, ya sabes que estoy feliz ¿vale? Me alegra saber el motivo, de hecho siempre he querido saberlo pero..ya está. Ahora que lo sé no quiero hablar más de ello.

- Pero..

- ¡Que no! - le interrumpo.

- Hay otra cosa..

- No más chorradas ni arrepentimientos Dan, por favor.

Le callo con un beso y recibo su sonrisa de recompensa.
Sonrisa de las sinceras, esas en las que enseña todos sus dientes y se le arruga la nariz. Esas que hacen que el mundo se pare.

- Bueno, ya está todo hablado. ¿Salimos?

- Claro, tengo una sorpresa que te va a encantar. - responde aún sonriendo.

- ¿Cuál?

- Ah, secreto. - ríe - Vamos rápido y te enterarás antes.

Le pego un suave golpe en el brazo y suelta una de sus carcajadas.
Sabe que las sorpresas me gustan muchísimo, pero la intriga y los nervios me pueden. Saber que tienen algo preparado para mí, que pronto lo veré y no tener la más mínima idea de qué es, me pone histérico.

- ¿Vienes o qué? - pregunta abriendo la puerta.

- ¡Claro! ¡Quiero saber ya qué se te ha ocurrido ahora!

- No creo que te lo puedas imaginar.

Me da un beso rápido y salimos de la casa.
Nos montamos en el coche, nos ponemos los cinturones y Danny pone un poco de música. Y cuando hace que la radio inunde nuestros oídos, quiere decir que no piensa decirme nada hasta que lleguemos.

Quién sabe, a lo mejor consigo sacarle alguna pista..

5 comentarios:

  1. ¿Que será?¿Que será?
    He de admitir que me preocupa lo que pueda pasar por la cabeza del pecoso...e estado en tensión leyendo rezando porque no la fastidie ahora que todo es perfecto!
    Sigue prontooo sabes que me encanta :)

    ResponderEliminar
  2. Aaaahhhh qué intriga Joer! XD espero que sigas pronto, tengo muchas ganas de saber que pasa con estos dos :) Aaayyyyyy Tom y Gi se casaaaan!! Jajaja vale ya xD un besazo Carmen! :)

    ResponderEliminar
  3. mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm que sera???

    ResponderEliminar
  4. Nah Nah Nah Intrigaa totaaal!!
    Sube pronto porfisss <3<3<3

    ResponderEliminar
  5. Gracias cosas bonitas, se agradece que siempre comentéis :3

    ResponderEliminar